La semana pasada vinieron a visitarnos la abuela de Andrea, su madre y papuchy. Mientras Uma se quedó con nosotrxs en casa, Cristina y Xiquinho se fueron a un hotel a tres calles de casa.
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Andrea con Uma en el patio de la Mezquita Azul. |
Nos trajeron jamón, chorizo, aceitunas rellenas de anchoa, y otras delicias gastronómicas que echamos mucho de menos desde aquí. No vamos a decir que fue lo mejor de su llegada, pero estuvo muy bien :) Todavía disfrutamos de ellas... arghhhhhhhhhhhhhh.
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En Dolmabahçe, ¡qué guap@s! |
Hemos pasado seis días intensivos visitando museos, mezquitas, iglesias, bazares y palacios. También hemos comido rico, en casa y fuera. Hay un sitio, el Café de Paris, que tiene un menú curioso: sólo sirven una ensalada con nueces, un filete (a elegir entre pollo o ternera) con la salsa especial de la casa, y patatas fritas. Lo que interesa es que tanto la ensalada como las patatas fritas son ilimitadas. De hehco, hay un tío que únicamente se pasea por el restaurante con un bol gigante de patatas fritas recién hechas rellenando los platos. Álvaro y Xico dieron buena cuenta de ello.
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En el Café de Paris, con la panza llena. |
No nos quedamos con las ganas de hacer un crucero por el Bósforo, divisando el Mar Negro. Tres horas en barco dan para hacer mucho el tonto, pero eso es lo contamos en la próxima entrada.
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En el último pueblo antes del Mar Negro. |
Os dejamos algunas fotos de unos días inolvidables. Lo hemos disfrutado tanto que estamos deseando repetir. ¡Ya sabéis que os esperamos en China para comer piel de pato!
Os queremos mucho mucho mucho.
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En Santa Sofía. |
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En Dolmabahçe después de una hora de cola. |
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En el jardín del Fethiye Müzesi. |
qué bien vives Andriu!!
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