Estambul es una gran ciudad, y su fauna es muy variada. Sin embargo, lo que más nos ha llamado la atención ha sido la ingente población de gatos y gatas, especialmente en Cihangir, nuestro barrio.
Aquí los felinos viven como reyes: la gente los alimenta, apadrinando generalmente a uno. Los bares y restaurantes, pero también los demás comercios, suelen hacer lo mismo.
Aquí no es raro estar tomando algo en un bar y que un gato decida echarse encima de ti una siestecita. Los hemos llegado a ver incluso en bares de copas.
También la universidad de Álvaro es famosa por sus gatos, que no te dejan ni comer tranquil@ y se cuelan en tus clases.
Nosotrxs apadrinamos a una mamá gata y a sus gatitxs hará un mes, cuando nacieron. Al principio eran muy escurridizxs y desconfiadxs, pero con el tiempo nos han ido conociendo, y ahora se comportan con mucho descaro.
Además, la familia ha adoptado a un gatito algo mayor, que pasa con ellxs todo el día (también mama de la madre y duerme con ellxs).
Como echábamos mucho de menos a Michigan (la gata de Andrea), han sido una alegría tener gatitxs cerca de nuevo, y poder cuidarlos.
Andrea con la mamá, tres bebés y el blanquito adoptado. |
Este/a es el/la más descarado/a. |
ay los gaticos!!
ResponderEliminarel marrón tb es legítimo?? que gata más fresca!! jeje