Después de Cantón, nuestra siguiente parada ha sido Guilin.
El lugar perfecto para pasar unos días y explorar los alrededores. Buen
alojamiento a buenos precios, buenos restaurantes y una situación inmejorable
nos llevó a pasar cinco noches en la ciudad.
Vistas de la ciudad desde el Pico de la Belleza Solitaria. |
Sinceramente, lo que más nos gustó fue un restaurante al que
llegamos por azar. Parecía elegante por fuera, en la segunda planta de un buen
hotel, y decidimos darle una oportunidad. El gran problema era pedir la comida,
el menú estaba únicamente en chino y no venía acompañado de las habituales fotos. Con la
ayuda de una amable clienta, el diccionario universal ilustrado, el glosario de
la guía y mucha, mucha paciencia e imaginación conseguimos pedir algo de comer.
Andrea pidió una sopa de pollo y nos trajeron un perolo con
cinco litros de caldo y un pollo entero (cabeza incluida). También nos
sirvieron un pato pekinés, una fuente entera de pepino hervido y unos dumplings (una masa de pan blanco horneada
y rellena de carne, verduras, o lo que quieras). Estaba todo muy rico y
volvimos varias veces a comer lo mismo.
Lo único que visitamos pagando fue el antiguo palacio en el que
se encuentra el “pico de la belleza solitaria”. La entrada cuesta casi diez
euros y es uno de los mayores timos de los que hemos sido víctimas en lo que
llevamos en el sudeste asiático. Los edificios, que solo se ven por fuera, son
de antes de ayer. Las cuevas visitables son angustiosas y están llenas de
chinxs en grupos. El pico famoso no se diferencia en nada de todos los demás en
Guilin. No vayáis, que no os timen.
Entrada al palacio. |
Lago junto al Pico de la Belleza Solitaria. |
After
Canton, our next stop has been Guilin. The perfect place to spend a few days
and explore the surroundings. Good accommodation
at good prices, good restaurants and an unbeatable location made us stay five
nights in the city.
Sincerely,
the thing we enjoyed the most was a restaurant which we found randomly. It
looked elegant from the outside, on the second floor of a nice hotel, and we
decided to give it a chance. The big problem we faced was to order the food;
the menu was only in Chinese and lacked the usual pictures. With the help of
client, the illustrated universal dictionary, the guide’s food glossary, and
lots, really lots of patience and imagination we managed to order something to
eat.
Andrea
asked for a chicken soup and they brought us a huge bowl with five litres of
soup and a whole chicken (the head included). They also served us a Pekin duck,
a platter full of steamed cucumber and some dumplings. Everything was delicious
and we came back a couple of times to eat the same things.
The only
thing we paid to visit was the old palace in which you can find the “Peak of
Solitary Beauty”. The entrance fee is nearly ten euros and is one of the
biggest scams of which we have been victims in our trip around South East Asia.
The buildings that you can only see from the outside look very recent. The caves that you can visit are distressing
and they are full of groups of Chinese. The famous peak is exactly the same as
all the other you can find in Guilin. Don’t go there and don’t be scammed.
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