Nuestra última parada en Birmania ha sido también la más impresionante: hemos pasado una semana entre los templos de Bagan.
Una mujer llevando a un niño en una cesta en Bagan. |
Construidos entre los siglos XI y XIII, los templos han sido reconstruidos y restaurados tantas veces que muchos de ellos parecen hechos ayer.
El templo Sulamani Pahto nos llamó la atención por sus frescos, de un tamaño imponente, mientras que el Ananda Pahto nos gustó por el laberinto interior que formaban sus muros.
Frescos del Sulamani Pahto. |
Andrea en el Ananda Pahto. |
Sin embargo, ha nosotr@s no nos han importado tanto los templos en sí como la sensación de vagar por una planicie llena de historia y estupas.
Trepar a cualquiera de los templos por sus empinadas escaleras y contemplar un horizonte sembrado de ruinas es como mejor se aprecia Bagan.
Vista desde lo alto de un templo. |
Our last stop in Burma has also been the most impressive: we've spent one week wandering around Bagan's temples.
Built between the XI and the XIII centuries, the temples have been rebuilt and restored so many times that many of them look as if they have been made yesterday.
The Sulamani Pahto temple interested us for its frescoes, of an impressive size, while we liked the Ananda Pahto due to the interior labyrinth its walls made.
However, we haven't cared that much about the temples itselves but rather about the feeling of wandering around a plain full of history and stupas.
Climbing up to any temple through its steep staircases and admire the horizon scattered with ruins is the best way to enjoy Bagan.
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