Koh Tao es una isla del golfo de Tailandia, de 7km de largo por 2km de ancho. Con la ilusión de descansar unos días (esto de viajar y visitar es muy cansado) cogimos el tren nocturno de Bangkok a Chumphon, a 450km al sur.
Medio dormid@s nos metimos en un autobús lanzadera camino del puerto. Los billetes que venden generalmente son combinados y te incluyen el tren, el traslado al embarcadero, y el barco a la isla. El precio final es de 25€, y no nos parece nada barato.
Cuando bajamos del autobús para coger el catamarán, las vistas eran impresionantes: un pantalán larguísimo sobre aguas turquesas, y de fondo peñascos cubiertos de frondosa vegetación y el mar infinito.
La pasarela al paraíso. |
Una hora y media navegando hasta que por fin llegamos a Koh Tao. Todo parecía una postal o un anuncio de una agencia de viajes.
Cogimos un taxi con la pareja bilbaína que habíamos conocido en la estación de Bangkok, y junt@s empezamos a buscar alojamiento.
Fue más difícil de lo que creíamos, pero lo conseguimos.
Álvaro en el porche de nuestra nueva casa. |
Bungalow para dos personas con porche, cama doble y baño completo, a diez metros de la playa, por 12,50€. Lujo extremo.
Welcome to Sairee Beach, Koh Tao. |
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