jueves, 1 de noviembre de 2012

Si Phan Don, las cuatro mil islas / the four thousand islands



Cogimos un barco desde Champasak para regresar a nuestra orilla habitual siguiendo la ruta 13 rumbo a las cuatro mil islas. Como 105km nos separaban de nuestro destino y no nos gusta madrugar, tardamos dos días en llegar a Don Khong (la isla más grande del archipiélago).

Durante los descansos que hacíamos siempre se acercaban niñ@s curios@s a mirarnos desde una distancia prudente.


También apreciamos los matices de la cocina rural laosiana.

Pinchito de saltamontes.

En este tramo de la carretera los pueblos están a varios kilómetros hacia el río y es difícil encontrar comida y alojamiento. Aprendida la lección con la tienda de campaña no impermeable, esta vez acampamos en una caseta con tejado y paredes.


Al día siguiente llegamos a Hat Xai Khun para coger un barco a Don Khong. Si Phan Don, el archipiélago de las cuatro mil islas, tiene una fama que no se merece. Las guías te lo venden como un maravilloso  lugar fuera del tiempo, donde se puede ver el profundo Laos rural. Es exactamente igual que todos los pueblos que hemos visto desde que salimos de Vientiane. Realmente no hay nada, absolutamente nada que hacer, excepto comer  en uno de sus tres restaurantes y dormir.


Aparentemente se pueden ver los delfines del Irrawady, una especie en peligro de extinción, aunque no es fácil. Además, la llegada del turismo masivo es nociva para estos animales. Los cruceros por el río  son muy caros al haber un cartel que los controla.


No os fieis de las guías, su trabajo es vender sitios.


We took a boat from Champasak to go back to our favourite shore, and then we continued on route 13 to the four thousand islands. Because 105km separated us from our destination and we don’t like getting up early, it took us two days to reach Don Khong (the biggest island of the archipelago).

During our breaks, curious kids didn’t stop coming to watch at us, but always from a reasonable distance.
We also appreciated the nuances of the Laotian rural cuisine.

In this part of the road the villages are several kilometres away from the road, close to the river, and it is difficult to find food and accommodation. Thankfully we had learnt our lesson with our non-waterproof tent, and this time we camped inside a hut with roof and walls.

The next day we arrived to Hat Xai Khun where we caught the boat to Don Khong. Si Phan Don, the four thousand islands archipelago has a reputation that it doesn’t deserve. The guides sell it as marvelous out of time place in which you can appreciate deep rural Laos. The fact is that it is the exact same thing we have been seeing since we left Vientiane. There is nothing, absolutely nothing to do, except eating in one of its three restaurants and sleep.

Apparently it is possible to see the Irrawady dolphins, an endangered species, but it isn’t easy. Moreover, the arrival of mass tourism doesn’t help the cause in any way whatsoever. The river cruises are very expensive due to a cartel of boatmen that controls it.

Don’t trust the guide books, their job is to sell places.

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