miércoles, 29 de febrero de 2012

Van Gogh Alive


El domingo pasado fuimos a la exposición "Van Gogh Alive" con Eren, nuestro compañero de piso, y un@s amig@s suy@s.

Eren y Andrea camino de la exposición

A Eren le preocupa salir bien en las fotos, Álvaro le desconcentra

La exposición comenzaba con fotografías de los cuadros más conocidos de Van Gogh y una explicación de los mismos. Después se accedía a una gran sala oscura, con música clásica, y cuyas paredes estaban totalmente cubiertas por imágenes proyectadas de la vida y la obra del pintor holandés.

Vista general de la exposición

Pudimos estar un par de horas disfrutando de las proyecciones y la música, a ratos sentadxs en la moqueta, a ratos dando vueltas por la exposición. 


La música le daba un ambiente especial, pero lo que más nos gustó fue poder vernos en los cuadros de Van Gogh, jugar con nuestras sombras sobre las pantallas, y el señor barbudo que es Álvaro de mayor.




Álvaro y el Álvaro del futuro (parece que va a ser cartero)

Pero la vida cultural estambulí no termina aquí, hasta la semana pasada estuvo abierta una exposición de Dalí, con sus cuadros sobre la Divina Comedia, y el día 24 se celebró la Noche Azul de Estambul, con actuaciones musicales en lugares céntricos (Istiklal Cad, Tünel, etc). Además, algunos edificios emblemáticos de la ciudad se iluminaron de azul, y el tranvía que recorre la calle del Istiklal llevaba un vagón suplementario con DJ incluido.

Andrea punk!

Azules nos quedamos

La Torre Gálata, de azul, desde nuestra ventana

En poco tiempo hemos descubierto algunas de las posibilidades que ofrece esta maravillosa ciudad... pero nunca se acaban! Esperamos que os anime a venir a visitarnos, porque desde aquí, también os echamos mucho de menos.

lunes, 27 de febrero de 2012

Turquía es un país emergente donde compran l@s nuev@s ric@s


Si tienes pasta, Estambul es el lugar para gastarla. 

Desde aquí nos comprometemos a crear una guía personalizada de compras para tod@ aristócrata que se precie. 

En el agitado centro de la ciudad, la calle del Istiklal  es la arteria principal que aglutina comercios de toda clase. 

Lo retro está muy de moda en Istanbul

Bolsos y mochilas que vende un hippie muy majete

En nuestro barrio, Cihangir, no faltan las tiendas "vintage", muy de moda en los tiempos que corren.

Álvaro también sueña con ese espejo

Ibiza nunca pasará de moda

A orillas del Bósforo tampoco faltan elegantes lugares en los que consumir, gastar, derrochar y enloquecer. 


Amor a primera vista

Hay para todos los gustos, Andrea ya sabe cual quiere

Lxs pequeñxs también tienen opciones distinguidas

Ropita de domingo

Todo lo imprescindible para un buen domingo :)

Nosotrxs somos vulgares voyeurs, mirones de tres al cuarto que contemplan con avidez los lujosos escaparates, devorándolos con la vista, soñando con sus maravillosos productos. 

Esta foto es del maravilloso Metro de Madrid, ese que te da más por menos, pero nos vemos muy hermosxs, y por eso la ponemos :)


martes, 21 de febrero de 2012

Insistimos, gratis sienta mejor


"Con diez cañones por banda,
 viento en popa, a toda vela,
 no corta el mar sino vuela, 
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo el mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar riela,
y en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul."

José de Espronceda


El sábado por la tarde salimos de paseo. Parece que no sólo se nos ocurrió a nosotrxs. 
Desde Tophane, donde vivimos, hasta Karaköy, donde empieza (o acaba) el puente Galata.
La imagen del día: los pescadores motivadísimos y pelados de frío. Iban equipados como si fueran a pescar al río: botas altas de goma, ropas de camuflaje, chubasqueros... ¡Las ganas!
De mayor quiero ser como Ara Güler

Cruzamos el puente hasta Eminönu, en la parte antigua de Estambul. 

El puente en sí es feo, muy feo, pero vale muchísimo la pena por lo que le acompaña. Los pescadores le dan mucho ambiente, atrae vendedorxs ambulantes (venden todo el material necesario para la pesca, comida, dulces...). También había un tipo tirándoles pan a las gaviotas, a ver si lo cogían al vuelo. Pero sobre todo, había un montón de gente, coches pasando, taxis pitando, y el tranvía en medio del caos, tranquilito, por su vía reservada. Los tranvías molan. Bajo el puente hay muchos restaurantes, y más gente. Más abajo, los barcos pasan, ignorando lo que se cuece a otras alturas.
Lo mejor de todo lo recuerda Álvaro; son las vistas, y saber dónde estás. De un lado está la zona histórica de la ciudad, Fatih. Desde el puente vemos como se recortan las siluetas de las mezquitas. Detrás está el Grand Bazaar, del que ya os hablamos, y delante los puestos más famosos de Estambul, conocidos por sus bocadillos de pescado. Del otro lado está la zona "moderna" de la ciudad, donde vivimos nosotrxs con nuestro moderno compañero de piso. Desde el puente vemos la torre Galata. En frente, un poquito más lejos, Asia. Es curiosa la tontería que nos da al pensar "Wow, estoy frente a otro continente". En realidad no es para tanto. Una más de las chorradas que nos meten de pequeñxs en la cabeza, todas esas absurdas separaciones que asumimos como naturales... ¡porque es el mismo mundo!

Galata es el puente y es la torre. 


Junto a la Yeni Camii, la Mezquita Nueva, de tan sólo principios del siglo XVII, está el Bazar de las Especias. Mucho más pequeño que el Grand Bazaar, es también mucho más auténtico (Paloma, esto va por ti). 

La Mezquita Nueva

Aquí en Estambul todas las chicas visten estos trajes típicos regionales

Álvaro está muy contento, por fin ha descubierto dónde compran las mezquitas los pirulillos que ponen  justo arriba

Kebab de pollo + bebida de yogur = 0,86 €

Estos son los collares típicos regionales, que usa todo el mundo, especialmente en fiestas de guardar.

Más de los populares collares

No podían faltar las alfombras, ¡si estamos en Alfombristán!


Turquía, iluminador oficial.

Os dejamos algunas fotos y de paso Andrea aprovecha para mandarle un besazo a suss abuelas, que son tan estupendas que siguen el blog y controlan el Internet como nadie. Mamá no te pongas celosona, otro día te hago una entrada only for you!


Encantad@s de la vida :)
















sábado, 18 de febrero de 2012

Las cosas de Eren


Eren Erdogan es un chico despistado, amable y sonriente. 
Queremos dedicarle esta entrada, y que a la vez tengáis la oportunidad de conocerle un poco mejor.

Eren se levanta cada día de buena mañana, se calza sus zapatillas de andar por casa, y se va a la cocina a prepararse la bebida nacional turca, el té. Luego se enciende un cigarrito de liar de los que fuma, y como siempre, se deja todas las hebras de tabaco esparcidas por la cocina (no hay forma de hacerle entender que no es demasiado higiénico). Eso sí, nunca se olvida de abrir la ventana; Álvaro tiene asma, y el es muy atento con las cosas que recuerda. 

Después de este ritual mañanero, Eren es capaz de pasar horas en su habitación, con la puerta entornada, sentado frente al ordenador. Piensa en sus cosas, ordena su ropa, canturrea música pop turca... es un buen joven. 


El día que a Andrea se le ocurrió meterlo todo en un tupper

Además, Eren es un turco progresista: ateo, tolerante, moderno. No compra en los supermercados "Bim", porque pertenecen a conservadores religiosos. 
Sin embargo todavía no tiene claras algunas cosas:

"Andrea: Orhan Pamuk se hizo famoso hablando del genocidio armenio, ¿no?
Álvaro: ¿Cómo hablan de ello en las escuelas? ¿Y en la universidad?
Eren: En la escuela no te dicen nada. Luego, en la universidad, los profesores lo insinúan, como mucho; tienen miedo del influyente y poderoso sector conservador-nacionalista.
Andrea: Pero fue un genocidio. De hecho, el término "genocidio" comenzó a usarse, si no me equivoco, en ese momento.
Eren: Ok, probablemente fuera un genocidio.
Andrea: Es que lo fue.
Eren: Bueno, seguramente.
Andrea: Vale, de acuerdo, el genocidio armenio... Pero es que tenéis que entender que esta es la herencia otomana de arreglar las cosas matando gente. Después Atatürk también lo hizo...".

Tras esta conversación, Eren nos cuenta un par de chistes de kurdos y vuelve a sonreir inocentemente.

Luego están las cosas de Eren, como el gimnasio.
Según sus propias palabras, "I was a fat boy" (Era un chico gordo), por lo que decidió dejar de beber como un cochino y hacer deporte. Sigue una estricta dieta que sólo se salta cuando sale de fiesta (casi todos los días), toma batidos energéticos y no coge ascensores.

Eren se preocupa por su aspecto. Coqueto, tiene un montón de cepillos, peines, gominas, suavizantes y mascarillas para el pelo. También tiene un secador.

Su sueño, tener una barba como la de Álvaro, su destino, afeitarse a diario (nos ha dicho que tiene la barba muy rizada).








Tiene alguna manía, como la del cubo de la fregona: le encanta tenerlo a rebosar, lo que complica bastante utilizarla. Cuando quieres fregar algo has de tener cuidado con el cubo, el agua (hedionda), se sale enseguida. Por más que Andrea vacía el cubo, Eren vuelve a llenarlo. A lo mejor nadie le enseñó cómo utilizar el binomio cubo-fregona.


Cosas de Eren...


Le gustan los frutos secos, y en especial las pasas que le traen sus tíos del pueblo. A veces también le traen aceite.

Las pasas de la tía del pueblo 

Eren nunca sabe lo que va a hacer. Ayer estaba en casa con un amigo suyo de Ankara que pasaba por Estambul para participar en el programa "Quién quieres ser millonario", cuando nos dijo que se iban a casa de otros amigos, Tres horas después, seguían en casa. 

Chico curioso.

Si os ha gustado conocer algunas de las cosas de Eren sólo tenéis que decirlo, y ya nos encargaremos de proporcionaros más información.



miércoles, 15 de febrero de 2012

Gratis sienta mejor :)


"Revuelta en el frenopático,
el hombre del tiempo ahorcado 
por haber informado: 
granizos, rayos, truenos 
Y viento huracanado. 
La asamblea de majaras 
Se ha reunido. 
La asamblea de majaras 
ha decidido: 
Mañana sol.
El hombre del tiempo 
les planto cara: 
mañana hará el tiempo 
Que a mí me dé la gana. 
Revuelta en el frenopático 
el hombre del tiempo 
ahorcado y 
todo por haber jugado 
Al Telediario. 
La asamblea de majaras 
Se ha reunido. 
La asamblea de majaras 
ha decidido: 
mañana sol 
Y buen tiempo."
Kortatu


Ayer aprovechamos que el día no estaba del todo mal (pues el tiempo anunciaba lluvia) para dar un paseo por el Estambul gratis.
Resulta que aquí las entradas a los museos, yacimientos y demás sitios de interés son muy caras (entre 1 y 10€, o más), y no hay descuentos para estudiantes. Existe un pase mágico llamado Müzekart, que tristemente es sólo para turcos. 
Así que nos fuimos a visitar el Gran Bazar, la Mezquita de Sultanahmet y el Hipódromo.

El Grand Bazaar es una mezcla entre las medinas marroquíes y los centros comerciales. Como las medinas marroquíes, porque hay de todo, especialmente alfombras, tés y productos de cuero (bolsos, zapatos, etc). Como los centros comerciales, porque está cubierto y plagado de joyerías, pantallas planas con las noticias de la bolsa y boutiques elegantes. Como las medinas marroquíes, porque según te ven la cara de guiri te saludan en mil idiomas salvo en turco. Como en los centros comerciales, porque hay mapas indicando las secciones y megafonía. Con el plus de ser San Valentín, la decoración de las tiendas era una agresión visual continua. Si le sumamos los abrigos de piel y las joyas de oro de tres kilos, podemos decir que fue una curiosa experiencia, sobre todo porque nosotrxs sólo queríamos comprar una mochila de tela (eso de usar bichitos no nos va, cuero no, gracias). Fue imposible.

Se ven  los joyeros, pero la foto no es nuestra (ahora la gente va bastante más abrigada)

Después salimos junto a la mezquita Nuruosmaniye y nos comimos un tavuk sandwich (kebab de pollo de toda la vida, aunque con un pan parecido al de barra) por 3TL (menos de euro y medio). Bajamos la calle Divan Yolu, "la ruta hacia el Consejo Imperial", ubicado antiguamente en el Topkapi Saray. Noten ustedes que empieza en la plaza Beyazit (la "i" no lleva punto, pero blogger se ha empeñado en boicotear el turco como idioma, y a nosotrxs como usuarixs), por la que se iba a Roma. Pasando frente a la columna Cemberlitas, erigida por orden del emperador Constantino para celebrar la capitalidad de Constantinopla, seguimos cuesta abajo rumbo a la mezquita de Sultanahmet (también conocida como la Mezquita Azul, aunque por fuera es gris).

Mezquita Nuruosmaniye (a nosotrxs nos parecen todas iguales)

Cemberlitas, la columna

Y henos aquí en Sultanahmet Camii, la Mezquita Azul (mentira, es gris). Mejor no os contamos nada, y ya nos diréis vosotr@s cuando vengáis a vernos. Hacía frío, nos echaron rápido porque era la hora de rezar, y un señor turco muy raro insistió en hacerse una foto con Álvaro (muy preocupado por si el turco del bigote -todos llevan bigote- quería algo más). Os dejamos algunas fotos para que vayáis abriendo boca.

La Mezquita Gris por fuera
La Mezquita Gris por dentro
El techo es una pasada


La gente se empeñó en hacernos fotos malísimas, tanto fuera como dentro de la ya conocida mezquita.






Primer fin de semana "alaturka"


"Caligula: Si je dors, qui me donnera la lune?", Albert Camus.


Cihangir está lleno de grafittis 


En casa de Ismail

Desde que nos instalamos en el piso nuestro compañero Eren se ha encargado de nuestra vida social. El viernes fuimos a casa de Ismail, un amigo suyo de la infancia, que vive en Mecideyeköy, un barrio muy popular entre la gente conservadora y los estudiantes (curiosa mezcla).
La casa no tenía desperdicio. Entre los sofás de la posguerra y la lámpara a juego (era una sola pero ¡qué personalidad!), parecía que habíamos viajado en el tiempo.
Los temas de conversación de la velada; Ataturk (Ismail es un ardiente kemalista, Mustafá Kemal, Ataturk), el problema kurdo (y algunos chistes crueles), y el Risk (si algún día jugáis contra Ismail, su estrategia es conquistar Sudamérica y Oceanía).
Estuvo muy divertido.


Una noche en el ambiente estambulí

La noche del sábado fue bastante diferente: una fiesta de cumpleaños en Sisli (no se escribe así, pero blogger es una mierda y no nos deja usar la "s" con cedilla), barrio burgués del moderno Estambul.
Aquí la gente no habló de Ataturk, ni de los kurdos, ni del Risk. Sin embargo, pudimos discutir sobre Turkish Airlines con uno de sus azafatos, nos contaron que en el sur de Turquía (cerca de Fethiye) hay unas playas maravillosas, y que la ciudad nos iba a encantar (uno de los asistentes afirmaba no haber podido marcharse).
De fondo, "la gente está muy loca, what the fuck" (recomendación musical personal, no tiene pérdida).
Todo esto aderezado con la charla de una jovencita que insistía muy convencida de ser constantemente confundida con una turista italiana (fijo).
Pero la verdad es que la gente fue muy amable con nosotros, el anfitrión resultó ser un chaval encantador (que hasta nos dedicó una postal), y mientas seguimos estrechando lazos con nuestro querido Eren.



Nosotrxs con Eren y Cem (el cumpleañero)


Sin palabras


La chica "italiana"