Por unas razones u otras hemos pasado casi una semana
durmiendo en los aeropuertos de Malasia y Hong Kong.
No vamos a engañar a nadie, ha sido por pasta.
El caso es que nos ha venido muy bien la web http://www.sleepinginairports.net/
donde es posible leer los comentarios de personas que ya han hecho noche en los
distintos aeropuertos del mundo.
En Malasia dormimos primero en el aeropuerto de Kota Kinabalu.
Lo bueno es que nadie nos molestó en nuestro sueño, que se alargó hasta las
diez y media de la mañana. Lo malo es que no hay aire acondicionado, y eso, en
Borneo, es una maldición.
En el de Sandakan, a donde volamos para ver los orangutanes,
no estuvimos tan tranquilxs. El guarda nocturno se aburría. Antes de acostarnos
vino a darnos las buenas noches y a pedirnos los pasaportes. Por la mañana, a
las seis exactamente, decidió que nos hacía un favor despertándonos.
En Hong Kong la opción aeropuerto era la que tenía más
puntos. Tras dos noches allí nos aventuramos a ir a acampar a la playa.
Volvimos escarmentadxs dos noches después. ¿La razón? El calor y la humedad son
insoportables. En contrapartida, el aeropuerto ofrece aire acondicionado, wifi
gratis, gran oferta de restaurantes y hasta supermercados, tiendas de ropa,
librerías, zonas recreativas (donde echamos unas canastas), y hasta un cine.
Por si esto fuera poco, el personal del aeropuerto nunca te dice nada, y las
salas de espera están a rebosar de personajes. Cerca de nuestro campamento
tenía por costumbre venir a dormir un señor indio que no conocía el hambre ni
el olfato (parecía que se duchaba con colonia) y que nos preguntó si éramos
israelíes. Eso no nos gustó. Vestía traje de chaqueta y corbata, y por equipaje
llevaba una cartera de ejecutivo. Lo vimos todas las noches durante una semana,
algunas de ellas cantando “Jingle bells” a
grito pelao por teléfono. Un misterio que no logramos desvelar.
For one
reason or the other we have spent nearly a week sleeping in the airports of
Malaysia and Hong Kong.
We are not
going to deceive anyone; it’s been for the money.
The thing
is that we have found the website http://www.sleepinginairports.net/
very helpful because you can read the reviews made by people that have stayed
overnight in the different airports of the world.
In Malaysia
we first slept in Kota Kinabalu’s airport. The good thing was that no one bothered
us during our sleep, which prolonged until half past ten in the morning. The
bad thing was the lack of air con, and that, in Borneo, is a curse.
In Sandakan’s,
where we flew to see the orangutans, we were not left to ourselves. The guard
on the night shift was bored. Before going to sleep he came to say good night
and asked for our passports. In the morning, at six o’clock, he decided to wake
us up as a favour.
In Hong
Kong the option of the airport was the one with the most points. After two
nights there we ventured outside and went camping on the beach. We learned the
lesson and came back two nights later. The reason? The heat and the humidity
are unbearable. In return, the airport offers air con, free wifi, and a big range
of restaurants and even convenience stores, clothes shops, bookstores,
recreative areas (where we played basketball), and even a cinema. If this wasn’t
enough, the airport staff leaves you alone, and the waiting rooms are full of
weird people. Next to our base camp, an Indian man who didn’t know hunger nor smell
(it seemed that he took showers with perfume) used to sleep. He asked us if we
were Israelis; we didn’t like it, at all. He wore a jacket and a tie, and he
carried a businessman’s suitcase as luggage. We saw him every night during that
week, and some of the singing “Jingle bells” out loud on his phone. A big mystery
we couldn’t reveal.
Versionando la canción de "Cheers", un lugar donde se juntan todos los tarados jeje
ResponderEliminarJodido mundo moderno...