miércoles, 5 de septiembre de 2012

Kawah Ijen, el precio del sulfuro / Kawah Ijen, the price of sulphur



El Kawah Ijen es uno de los puntos de mayor interés turístico del este de Java. Se trata de una meseta llena de plantaciones de café con tres volcanes. El más impresionante es el Kawah Ijen, un volcán activo del que hoy en día se extrae sulfuro.

Para llegar es recomendable contratar un tour con 4x4 (con un poco de espíritu aventurero y pocas ganas de gastar es posible alquilar una moto en Bondowoso) que te deja a 3km del cráter (el resto hay que hacerlo a pie).

Nosotrxs nos levantamos a las 4am, y después de una hora y media en el coche pudimos ver el amanecer sobre la meseta.


Media hora más tarde comenzamos el ascenso. A las seis de la mañana hacía mucho frío y necesitamos usar los abrigos por primera vez en este viaje. Nada más empezar a subir te encuentras con los trabajadores del Kawah Ijen. Estos hombres, algunos muy mayores, hacen varios viajes al día cargados con hasta 60 kilos de azufre. El método de transporte es muy básico: una vara de bambú con dos canastos en cada extremo. El de pago también: reciben unos cinco céntimos de euro por cada kilo que bajan. De camino intentan vendernos pedazos de sulfuro con forma de tortuga; cualquier cosa por sacar un dinero extra, sobre todo teniendo en cuenta que el dinero de las entradas al parque no les llega de ninguna manera.


Los tres kilómetros se nos dieron muy bien después de la caminata en el Gunung Agung. Aun así, el camino es empinado y resbaladizo en algunas partes.

Cuando llegábamos a la cima una enorme nube de sulfuro nos dificultaba respirar. Olía a huevos podridos y tuvimos que taparnos con un pañuelo rápidamente para no ahogarnos. Las vistas eran impresionantes y el paisaje parecía sacado del Señor de los Anillos. El humo, la tierra yerma, los árboles quemados y el gran lago de azufre que hay en el cráter eran sobrecogedores.





Andando por el cráter vimos como los trabajadores tenían que bajar por un camino de cabras, justo por donde salía todo el humo y por el que era casi imposible respirar, hasta el lago para coger la mercancía y subir de nuevo. Junto a los tintoreros de Fez, este el trabajo más inhumano que hemos visto.
 



Kawah Ijen is one of the main touristic spots of Eastern Java. It consists of a plateau full of coffee plantations with three volcanoes. The most impressive of them all is Kawah Ijen, an active volcano from which sulphur is still extracted.

To arrive there is better to take a tour with 4wd (with a little bit of adventurous spirit and a desire to save money is possible to rent a motorbike in Bondowoso) that leaves you three kilometres away from the crater (you have to walk up the rest).

We woke up at 4am, and after one hour and a half we were able to see the sunrise over the plateau.

Half an hour later we started hiking up the crater. At six in the morning it was really cold and we needed to use our coats for the first time in our trip. As you start going up you find the workers of Kawah Ijen. These men, some of them very old, go up and down the volcano a few times a day carrying up to 60 kilos of sulphur. The transportation method is very basic: A stick of bamboo with two baskets, one in each side. The payment too: they get around five euro cents for every kilogram they bring down. On their way they try to sell us pieces of sulphur with the shape of turtles; anything to get extra money, even more taking into account that the money from the entry fees to the park doesn’t reach them in any way whatsoever.

We didn’t have any problems dealing with the three kilometres after climbing the Gunung Agung. Nevertheless, the path is still steep and slippery in some parts.

When we were reaching the Summit a huge cloud of sulphur made breathing quite difficult. It smelled like rotten eggs and we had to cover ourselves quickly with our scarves not to drown. The views were impressive and the landscape seemed to have been taken out The Lord of the Rings. The smoke, the barren earth, the burnt trees and the huge lake of sulphur that lies on the crater were astonishing.

Walking around the crater we could see how the workers had to go down following a very dangerous path, just from where all the smoke was coming up making breathing almost impossible, to reach the lake and get the sulphur and go back up. Next to the tanneries in Fez, this is the most inhuman job we have ever seen.

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