En bahasa "orang utang" significa persona de la selva, y
hace poco hemos tenido la oportunidad de conocerlas.
El Sepilok
Orangutang Rehabilitation Centre se encuentra a escasos kilómetros de
Sandakan, en la costa este de la isla de Borneo.
Lo interesante de
este lugar es que los animales no son enjaulados, sino que campan a sus anchas
por el centro, situado en las orillas de la pluviselva.
El origen del SORC
es tan triste como la situación de la especie que trata de salvar: debido al
aumento de los cultivos de palma para el aceite en detrimento de la selva, los
orangutanes han visto mermado su hábitat natural. Muchos son cazados por los
propietarios pues a veces se cuelan en los cultivos. Además, otros tantos son
cogidos de pequeños y llevados a las casas como mascotas.
La labor del SORC
es especialmente importante en la medida que los orangutanes son
la única especie de grandes simios que se encuentra fuera
de África, y solo en las islas de Borneo y Sumatra.
Lxs visitantes
pueden presenciar dos "feedings", momento en el que se
lleva comida a una plataforma en la selva. Al ser animales salvajes, el centro
no garantiza que vayan a acudir, aunque por norma siempre aparece
alguno.
Normalmente se
trata de orangutanes liberados recientemente o de hembras preñadas que
necesitan un aporte extra de alimentos.
A nosotrxs nos
decepcionaron un poco porque la plataforma estaba muy lejos del punto de
observación, que estaba lleno de gente.
Sin embargo, al
campar a sus anchas por las instalaciones del centro, tuvimos la oportunidad de
ver a dos machos jóvenes muy de cerca. Ocurrió cuando menos
lo esperábamos, en el descanso entre los dos pases.
Primero pasamos un
buen rato con dolor de cuello observando a uno subido a lo alto de un bambú. De
pronto apareció otro más grande, imponente, justo a metro y medio, en frente.
Fue una experiencia maravillosa, la mejor del viaje por el momento.
Acostumbradxs a
ver macacos, nos sorprendió la calma con la que se movían estos
animales, como miraban todo y lo humanos que parecían.
In bahasa "orang utang" means person from
the jungle, and not long ago we had the chance to meet them.
Sepilok's Orangutang Rehabilitation
Centre is few kilometres away from Sandakan, on the East coast of the
island of Borneo.
The most interesting thing about
this place is that animals don’t live in cages; rather they can walk around
freely around the centre, situated on the edge of the rainforest.
SORC’s origin is as sad as the situation
of the species it endeavours to protect: due to the rise of palm plantations
for the oil to the detriment of the jungle, the orangutans have seen their
natural habitat reduced. Many of them are hunted by the owners because
sometimes they go into the plantations. Moreover, others are taken when they
are young and taken to people’s houses as pets.
SORC’s work is especially important
because the orangutans are the only species of big apes living outside Africa,
and only in the islands of Borneo and Sumatra.
Visitors can assist to two
feedings, in which food is taken to a platform in the jungle. Being wild
animals, the centre doesn’t guarantee that any of them will show up, however
generally one of them ends by coming.
Normally the ones that come have
been recently liberated or pregnant females who need extra food.
We were a bit disappointed because
the platform was too far away from the observation post that was full of
people.
However, because they can roam
freely around the centre we had the chance to see two young males really
closely. It happened when we least expected, during the break in between the
two feedings.
First we spend a while with pain on
our necks looking at one that had climbed up a bamboo. Suddenly, a bigger one
appeared, imposing, just a few paces away from us. It was a breathtaking
experience, the best of our trip thus far.
Used to macaques, we were surprised by the
calm in which they moved, how they looked and how human they seemed.
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