Los templos de Angkor fueron construidos por la civilización
jemer (el Imperio romano del sudeste asiático en cuanto a conquistas, y la
Grecia clásica en cuanto a creaciones artísticas) entre los siglos IX y XIII
d.C.
El templo de Angkor, Angkor Wat, es el más conocido y
admirado. Construido en el siglo XII, se dice que es la estructura religiosa más
grande del mundo. El templo está rodeado por un foso de 190 metros de ancho que
forma un rectángulo de 1,5km por 1,3km. Para que os vayáis haciendo una idea de
las dimensiones del templo.
Lo primero que hicimos fue visitar Angkor Wat al atardecer y
nos dejó con la boca abierta. Por un lado, porque fue nuestro primer contacto
con el yacimiento, pero sobre todo, porque es maravilloso.
Para acceder al recinto hay que cruzar la pasarela sobre el
foso, y luego atravesar la magnífica entrada. Solamente esto ya vale la pena. A
pesar de que hay mucha gente, es muy emocionante.
Una vez dentro hay que seguir caminando por otra pasarela de
piedra hacia el edificio principal. Tras unas cuantas escaleras y unos patios simétricos
se llega al santuario interior. Solamente entonces se aprecia la verdadera
envergadura del templo.
Es algo que hay que vivir.
The Angkor
temples were built by the Khemer civilization (Southeast Asia’s Roman Empire as
far as conquests go, and Classical Greece for the artistic creations) between
the IX and XIII centuries A.D.
The temple
of Angkor, Angkor Wat, is the most well-known and admired. Built in the twelfth
century, it is said to be the biggest religious structure of the world. The
temple is surrounded by a 190 metres wide moat that makes a rectangle measuring
1,5 km by 1,3 km. So you can have an idea of the temple’s dimensions.
The first
thing we did was to visit Angkor Wat at sunset, and we were stunned. On the one
hand, because it was our first contact with the archeological site, but mostly
because it is simply marvelous.
To enter
the complex you have to cross a causeway over the moat, and then go through the
magnificent entrance. This alone is well worth it. Even if there are many
people it is very exciting.
Once
inside, you continue walking over another rock causeway towards the main
building. After some stairs and four symmetrical courtyards you arrive to the
inner sanctuary. Only then you can appreciate the temple’s sheer size.
It is
something you have to live.
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