sábado, 3 de noviembre de 2012

En Stung Treng no hay nada / There is nothing in Stung Treng



Aunque parezca mentira nos hemos pasado tres noches en Stung Treng. Y como no había nada que hacer hemos estado descansando y pensando.

Desde que cruzamos la frontera notamos un aumento sustancial de las temperaturas con las que es imposible (o extremadamente desagradable) pedalear. Además nos estábamos quedando sin tiempo; el 12 de noviembre volamos a Yangon, Birmania.

Con mucho pesar hemos decidido coger un autobús a Phnom Penh para vender las bicicletas mientras tramitamos el visado indio.

Entretanto hemos vagado por el impresionante mercado de Stung Treng que apesta a podrido y es el hogar de montones de ratas como gatos. Las mujeres se pasean en pijama estampado de dos piezas (siempre conjuntado) sin importar su edad. Desde luego se las ve muy cómodas.

También nos asomamos al río, un afluente del Mekong, cuando caía la tarde.



As crazy as it may sound, we have spent three nights in Stung Treng. And because there was nothing to do we have been resting and thinking.

Since we crossed the border we noticed a substantial increase of the temperatures which makes cycling either impossible or extremely unpleasant. Besides, we were running out of time; the 12 of November we fly to Yangon, Burma.

With great sorrow we have decided to get a bus to Phnom Penh in order to sell the bicycles while we apply for the Indian visa.

In the meantime we have wandered around Stung Treng’s impressive market that stinks really bad and is the home of a bunch of rats as big as cats. The women walk around in matching and colourful pajamas. They seemed to be pretty comfortable.

We also went to see the river, a Mekong tributary, when the sun was setting.

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