lunes, 27 de agosto de 2012

Comiendo en Bali / Eating in Bali



Después de disfrutar la comida tailandesa, pasar sin pena ni gloria por Malasia, y pasar hambre en Singapur, hemos vuelto a sentir el placer de comer.

Bali es sin duda uno de los mejores lugares del sudeste asiático para el paladar. La comida no es muy picante, les encanta el ajo, y usan muchas verduras.

Aunque en estas latitudes la gente desayuna, come y cena arroz, nosotrxs nos hemos ceñido a la dieta turista.

Para desayunar teníamos en el hotel una deliciosa tortita de plátano con coco rallado y miel, y una ensalada de fruta fresca compuesta por piña, papaya, mango, sandía y plátano.


Para comer el plato estrella es el nasi campur: un plato con arroz, algo de pollo, algo de verduras, soja frita, huevo frito y una corteza de gambas. Ahora bien, en cada restaurante lo presentan y preparan de una forma distinta; hay tantas recetas como warungs. Además, suele ser muy barato (entre 1 y 2€).



En la costa comíamos pescado fresco del marido de Ilo con un poco de arroz (siempre hay arroz) y verduras. A parte de caballa y atún se puede comer mahi mahi (no sabemos qué pescado es pero el nombre es muy gracioso y está buenísimo a la plancha).


Para cenar una sopa calentita venía muy bien. El soto ayam es un caldo de verduras y pollo, con patatas cocidas y mucho ajo, además de especias varias. El cap cay es un guiso de verduras (zanahoria, brócoli, judías verdes, maíz…) con pollo, que cunde mucho mezclado con arroz. Los currys en esta zona de Asia son muy suaves y deliciosos con leche de coco.




Comer es un placer.


After enjoying the Thai food, going unnoticed in Malaysia, and staying a bit hungry in Singapore, we have rediscovered the pleasure of eating.

Bali is without a doubt one of the best places in Southeast Asia to eat. The food is not very spicy, they love garlic and they use plenty of vegetables.

Despite the fact that the locals eat rice for breakfast, lunch and dinner, we have followed the tourist diet.

For breakfast we had in our hotel a delicious banana pancake with grated coconut and honey, and a fruit salad made of pineapple, papaya, mango, watermelon and banana.

For lunch, the main dish is nasi campur: a plate with rice, some chicken, some vegetables, fried soy, a fried egg and a shrimp cracker. However, in each restaurant they present it and prepare it in a different way; there as many recipes as there are warungs. Moreover, is normally very cheap (around 1 and 2€).

In the coast we ate Ilo’s husband fresh fish with a bit of rice (there is always rice) and vegetables. Apart from mackerel and tuna you can eat mahi mahi (we don’t know what fish it is but the name is really funny and is really good grilled).

For dinner a hot soup was always welcomed. Soto ayam is a soup of vegetables and chicken, with boiled potatoes and lots of garlic, as well as plenty of different spices. Cap cay is plate with vegetables (carrot, broccoli, green beans, corn…) and chicken that is really filling mixed up with some rice. The curries in this part of Asia are very soft and delicious with coconut milk.

Eating is a pleasure.

domingo, 26 de agosto de 2012

Un día con Ilo / A day with Ilo



Andrea con Ilo en el Warung Segara.

Ilo trabaja en el Warung Segara, un restaurante local en Amed, ahí la conocimos. Tiene 28 años, está casada con un hombre de 40 desde hace diez años, y tiene un hijo de 9 años y dos niñas de 6 y 3. No han tenido más porque el gobierno pide a sus ciudadanxs que no tengan más de tres hijxs, y porque las tasas de escolaridad son muy elevadas.

Tras una semana comiendo el pescado fresco que traía su marido cada mañana si había suerte, la hemos ido conociendo y nos ha contado como es un día de su vida.

Ahora que es temporada alta tiene mucho trabajo. Se levanta todas las mañanas a las 4am para preparar el desayuno de su marido, que sale a pescar a las 5am, y hacer la colada. Lava su ropa y la de su familia, a mano, con agua fría (nadie tiene agua caliente en su casa en Amed), y la de lxs turistas que requieran sus servicios.

Después se marcha al mercado de Culik, el pueblo de al lado, a comprar verduras y carne fresca para el restaurante. Ya de vuelta desayuna y se ducha para abrir a las 7am.

Nos cuenta que el restaurante no es suyo, pero que le gusta su patrón. Ahí se pasa el resto del día cocinando para turistas y locales. Mientras, sus hijas intentan vender sal a lxs turistas. Su marido, cuando vuelve de pescar abre el restaurante local que tienen a pie de playa. Él también pasa ahí el resto del día.

Ilo habla muy bien inglés, unos belgas le enseñaron a su paso por Amed. Ella nunca ha salido de Bali, de hecho solo conoce la ciudad de al lado, Amlapura, a escasos veinte kilómetros, de donde es originaria.

En temporada alta trabaja hasta veinte horas al día, pues no cierra el warung hasta pasadas las 10pm. Tiene que ahorrar para la temporada baja. Además, quiere mandar a su hijo a la universidad de Denpasar, y nos cuenta ya está ahorrando. Quiere construir un par de habitaciones para huéspedes en su casa, y así aumentar sus ingresos. Puede que para el año que viene…


Ilo works in the Warung Segara, a local restaurant in Amed, where we met her. She’s 28 years old, she’s been married for ten years with a 40 years old man, and has a 9 years old son and two daughters of 6 and 3. They didn’t have more kids because the government asks the citizens to not have more than three, and because the school fees are very high.

After a week eating the fresh fish that her husband brought every morning if lucky, we got to know her and she told us how is one day in her life.

Now in the high season she has plenty of work. She wakes up every morning at 4am to prepare breakfast for her husband, who goes fishing at 5am, and she does the laundry. She washes her clothes and those of her family, manually, with cold water (no one has hot water in their houses in Amed), as well as the tourists’ who require her services.

After that she goes to the market in Culik, the next village, to buy vegetables and fresh meat for the restaurant. Once back, she has breakfast and takes a shower to open at 7am.

She tells us that the restaurant is not hers, but that she likes her patron. There she spends the rest of the day cooking for tourists and locals. Meanwhile, her daughters try to sell salt to the tourists. Her husband, when he comes back from fishing, opens the restaurant they own on the beach. He also spends there the rest of the day.

Ilo speaks very good English, some Belgian people taught her while passing by Amed. She’s never been out of Bali, in fact she only knows the closest city, Amlapura, barely 20km away, where she comes from.

In the high season she works up to twenty hours a day, because she doesn’t close the warung until after 10pm. She’s got to save for the low season. Moreover, she wants her son to go to Denpasar’s University, and tells us that she is already saving money. She wants to build a couple of rooms for guests in her house, and thereby increase her income. Perhaps for next year…

sábado, 25 de agosto de 2012

Escaleras al cielo, subiendo el Gunung Agung / Stairway to heaven, climbing the Gunung Agung



Después de pasar casi una semana viendo el Gunung Agung desde nuestra casa de huéspedes, desde la playa, desde la colina por la que paseábamos al atardecer… nos decidimos a subirlo.

El Gunung Agung visto desde Amed.

Con la motivación extra de una apuesta que hicimos con Michel y Sylvette, una pareja encantadora de Grenoble, nos levantamos a las siete de la mañana (algo tarde para el montañismo pero una proeza para nosotrxs).

En el Warung Segara, del que ya os hablaremos, nos hicimos con provisiones: medio pollo frito con salsa de tomate y arroz. También llevábamos tres botellas de litro y medio de agua, un forro polar, dos abrigos, un jersey y dos pañuelos. La cima está a más de 3000 metros de altitud y pensamos que podía hacer frío.

Con una moto alquilada nos acercamos hasta que se acabaron la carretera y los caminos. Normalmente la gente sube el Gunung Agung por la vertiente sur, donde la carretera llega hasta los 1500m. Sin embargo nosotrxs decidimos subir por el este, pues el sur nos pillaba muy lejos. No fue una buena idea.


A las 9 dejamos la moto aparcada en un camino de tierra y empezamos a andar. Pronto pasamos las últimas casas del último pueblo y los campos cultivados. Vimos algún campesino trabajando, aunque ningún turista.

Encontramos un sendero que de repente se perdió entre zarzas y arbustos hostiles. Hasta hay un árbol con enormes espinas en el tronco. Había desde el principio mucha pendiente y teníamos que ayudarnos con las manos para seguir subiendo.


Salimos del paseíllo espinoso con arañazos y pajitas enredadas en el pelo. El sendero, que era muy estrecho, seguía subiendo abruptamente, cubierto de polvo y gravilla. Ahí nos cruzamos con un hombre que bajaba leña en chanclas y tuvo tiempo de pedirnos dinero después de saludar.

El siguiente tramo, a  bastante más altura, estaba poblado de pinos y helechos. Mucho más agradable, la sombra nos hizo buena compañía. Llevábamos casi tres horas subiendo y, una vez que pasamos los árboles, nos encontramos sobre el mar y las nubes, y encima el Rinjani, un volcán muy alto de la isla de Lombok. Las vistas eran espectaculares.

Vista del Rinjani desde el Agung.

El sendero se perdió bajo una manta de helechos, pajas secas y hierbas varias. Subir era muy complicado entre la pendiente y el resbaladizo suelo, pero teníamos que llegar a la cumbre para no pagarles la cerveza a nuestrxs amigxs francesxs.


Dos horas después, con la cima más cerca pero lejos todavía, nos rendimos. Calculamos que nos faltaron tres horas. Lástima. Comimos el rico pollo por encima de las nubes antes de bajar con la estúpida e innecesaria ropa de abrigo.


La bajada fue mucho más llevadera de lo que esperábamos, aunque hubo algún resbalón.

Nueve horas después estábamos de vuelta en la moto. No vamos a hacernos lxs atletas, nos dolía todo el cuerpo. Mucho.

Después de una ducha fuimos al restaurante a pagar nuestra deuda y a contar nuestra aventura.  



After spending nearly a week seeing the Gunung Agung from our homestay, from the beach, from the hill in which we strolled at sunset… we decided it to climb it.

With the added motivation of the bet we made with Michel and Sylvette, a charming couple from Grenoble, we woke up at seven in the morning (a little bit late for climbing but a huge accomplishment for us).

In the Warung Segara, of which we will speak later, we got the necessary provisions: half a chicken fried with tomato sauce and rice. We also carried three bottles of one litre and a half of water, a fleece, two coats, a jersey and a couple of scarves. The summit was more than 3000 metres high and we thought it could be cold.

With a rented scooter we approached the volcano until the road and the paths ended. Normally the people climb the Gunung Agung through the southern side, where the road reaches up to 1500 metres. However we decided to go up using the eastern side, because the southern route was far from where we were. It wasn’t a good idea.

At nine we left out scooter parked on a dirt path and we started to walk. It didn’t take us long to leave behind the last houses of the villages and the cultivated fields. We saw a few farmers working but not a single tourist.

We found a trail that suddenly disappeared into the thorny and hostile bushes. There was even a tree with thorns all over it. Since the beginning the path was very steep and we had to help us with our hands to keep on climbing.

We went out the thorny path with some scratches and straws entangled on our hair. The trail that was very narrow continued going up very abruptly, covered with dust and gravel. There we crossed a man that was carrying down firewood in flip flops and that found the time to ask us for money once he had said hello to us.

The next part, considerably higher up, had many pine trees and ferns. Much more pleasant, the shade was a very welcomed companion. We had been climbing for three hours, and once we had passed the trees, we found ourselves way over the sea and the clouds, and above Mount Rinjani, a very high volcano from the island of Lombok. The views were amazing.

The trail disappeared under a layer of ferns, dried straws and different plants. Climbing was really hard considering how steep it was and the slippery floor, but we had to reach the summit, lest we wanted to pay the beer for our French friends.

Two hours later, with the summit closer but still far, we surrendered. We think we needed three more hours. A pity. We ate the chicken above the clouds before going down with the stupid and unnecessary cold weather clothes.

The way down was easier than we expected, even if we slipped a few times.

Nine hours later we were back with the motorbike. We are not going to pretend to be athletes, all our body was ailing. A lot.

After a shower we went back to the restaurant to pay our debt and tell our little adventure.

viernes, 24 de agosto de 2012

Amed, Bali



Después de una semana en Ubud, no podíamos dejar Bali sin ir a sus famosas playas. Como nuestra guía señalaba el norte y el sur como las zonas más turísticas, optamos por el este: Amed.

Lo que se entiende por Amed son en realidad varios pueblos pesqueros a lo largo de un tramo de costa. Con playas de arena negra y el Gunung Agung de fondo, es un lugar precioso para descansar y hacer submarinismo.

Vista del Gunung Agung desde Amed.

Además, es una buena base para explorar los alrededores, por lo que nos quedamos una semana.

Amed es un pueblecito muy tranquilo en el que lxs niñxs te ofrecen sal (especialidad del lugar) y puedes comer con las gallinas correteando entre tus piernas, y los cerdos enfrente. Tras la primera línea de playa hay más casas y menos hoteles, con sus vacas, gallinas y cerdos, y sus pequeños huertos.

A parte del arrecife de coral de Jemeluk (junto a Amed), al norte en Tulamben y al sur en Aas se puede nadar junto a los restos de barcos hundidos.

El pecio de Tulamben es el más famoso, donde no solo se puede hacer snorkel sino también inmersiones (2 en un día por 50€), viendo el USS Liberty, un barco americano hundido durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque hay mucha gente nadando en la zona, merece muchísimo la pena (es una de las cosas más bellas e impresionantes que hemos visto, rodeadxs de peces). Nuestro consejo es ir por la tarde, cuando los grupos de buzos se han marchado y hay más tranquilidad.

Tulamben.
Tulamben.

En cuanto a Aas, sus aguas esconden un barco pesquero japonés a escasos metros de la orilla. A pesar de no ser tan impresionante como Tulamben, el arrecife de coral es muy bonito y se puede alcanzar el barco a pulmón sin ninguna dificultad.

En Aas.

Playa de Aas.

Nos dio mucha pena irnos pues es un lugar muy agradable donde podríamos pasar toda la vida.


En el hotel.


After a week in Ubud, we couldn’t leave Bali without going to its famous beaches. Because our guide said that the North and the South were the most touristic areas, we chose the East: Amed.

What is called Amed are actually a few fishing villages set along a strip of coast. With black sand beaches and the Gunung Agung on the background, it’s a beautiful place to rest and do scuba diving.

Moreover, it provides an excellent base to explore the surroundings, so we stayed a week.

Amed is a small and quiet village in which the kids offer you salt (the speciality in Amed) and you can eat with the hens running around and the pigs in front of you. Behind the beach front there are more houses and less hotels, with its cows, hens, and pigs, and their little orchards.

Apart from the coral reef in Jemeluk (next to Amed), up North in Tulamben and down South in Aas you can swim around a couple of shipwrecks.

The shipwreck of Tulamben is the most famous, and you can do both snorkeling and scuba diving (two dives in a day for 50€), watching the USS Liberty, an American boat that sunk during the Second World War. Even if there are lots of people swimming in the area, it’s really worth the time (it’s one of the most beautiful and impressive things that we have ever seen, surrounded by fishes). Our recommendation is to go in the afternoon when the groups of divers have left and everything is calmer.

As for Aas, its waters hide a Japanese fishing boat a few metres from the shore. Despite not being as impressive as Tulamben, the coral reef is gorgeous and you can easily reach it free diving.

We were a bit sad to leave because it’s a very pleasant place where we could stay for our whole life.

martes, 21 de agosto de 2012

Excursiones desde Ubud / Day trips from Ubud



Como ya comentamos, Ubud es una base excelente para visitar otras partes de la isla. Nosotrxs alquilamos una moto dos días para ir a los arrozales de Tegalalang y al Gunung Batur (un volcán junto a un lago en el norte) primero, y a los templos de Bedulu y Tampaksiring después.

Junto al Gunung Batur.

El primer día pusimos rumbo al norte, donde se encuentran las famosas terrazas de arroz de Tegalalang. Las vistas desde lo alto de la montaña son espectaculares, y además es posible dar paseos entre los arrozales. Es un lugar precioso, y a solo veinte minutos de Ubud.


Seguimos la carretera con la idea de pararnos en el Gunung Kawi, un templo muy particular en Tampaksiring, pero nos pasamos y acabamos en Penelokan, junto al Gunung Batur.

Este volcán, de  1717m de altura, es uno de los más concurridos de la isla por ser fácil de coronar. En tres o cuatro horas es posible llegar hasta el cráter y volver. Junto al Gunung Batur hay además un bonito lago bordeado por pueblos en los que se puede hacer noche.


La carretera hasta Penelokan (donde se puede comer con unas vistas preciosas del lago y el volcán) está bastante bien, y el tráfico no es su mayor problema,  sino los perros, gallos y gallinas que cruzan sin mirar. Las temperaturas descienden considerablemente, y la verdad es que pasamos algo de frío en la moto. Una vez en Penelokan, bajar hasta el lago y la entrada al volcán es más complicado, aunque despacito se hace bien. En realidad, la peor parte fue salir de Ubud (donde el tráfico es caótico) llena de motos, bicicletas, coches, minibuses, peatones…

Un descanso en el camino.

El segundo día nos acercamos a Bedulu, a visitar el templo de Goa Gajah y los relieves de Yeh Pulu. Goa Gajah consiste en una cueva hinduista con una entrada interesante (relieves tallados en la piedra), pero sin nada en su interior. Ya nos íbamos decepcionadxs cuando decidimos darnos un paseo por sus jardines.  A parte de ver curiosas caras talladas en la roca y cubiertas de musgo, algunos senderos nos llevaron a la profunda jungla. No vimos ningún animal, pero su belleza es tan exuberante y distinta a todo lo que hemos visto que nos quedamos asombradxs. La humedad y el calor son indescriptibles… no corre una pizca de aire.

La entrada de Goa Gajah


Andrea antes de adentrarse en la jungla.

En cuanto a los relieves de Yeh Pulu, y a pesar de ser diferentes (pues son escenas de la vida cotidiana, de caza, etc) y estar en un jardín muy agradable, tampoco podemos decir que nos entusiasmaron.



Sin embargo el paseo hasta Tampaksiring si mereció la pena. El Gunung Kawi alberga uno de los monumentos más grandes y antiguos de Bali. Consiste en diez santuarios de ocho metros de altura tallados en la roca junto a un río y entre terrazas de arroz. Solamente la ubicación es espectacular. Hay además un pequeño estanque con peces, un puente de piedra sobre el río, y una cascada. Una excursión muy recomendable.




As we already said, Ubud is an excellent place to base yourself in order to explore different parts of the island. We rented a motorbike a couple of days to visit the rice terraces of Tegalalang and the Gunung Batur (a volcano next to a lake in the North) first, and the temples of Bedulu and Tampaksiring after.

The first day we headed North, where you can find Tegalalang famous’ rice terraces. The views from the top are something to behold, and it is also possible to go for a walk around the rice paddies. It’s a beautiful spot just twenty minutes away from Ubud.

We continued the road with the idea of stopping at the Gunung Kawi, a very special temple in Tampaksiring, but we missed it and we ended up in Penelokan, next to the Gunung Batur.

This volcano that rises 1717 metres from the sea-level is one of the most visited in the island because it’s easy to climb. In three or four hours is possible to reach the crater and come back. Next to the Gunung Batur there is also a beautiful lake bordered by small villages in which it’s possible to stay overnight.

The road to Penelokan (where you can eat with fantastic views of the lake and the volcano) is on a good condition, and its main problem isn’t traffic, but the dogs, hens and the cocks that cross the road without looking. The temperatures drop considerably, and the truth is that we were feeling cold on the motorbike. Once in Penelokan, going down to the lake and to the entrance of the volcano is more complicated, but it can be managed if you do it slowly. The fact is that the worst part was getting out of Ubud (where traffic is chaotic) full of motorbikes, bicycles, cars, minibuses, pedestrians…

The second day we went to Bedulu to visit the Goa Gajah Temple and the carvings of Yeh Pulu. Goh Gajah consists of a Hindu cave with an interesting entrance (carved reliefs on stone), but with nothing in its interior. We were leaving a bit disappointed when we decided to take a walk around its gardens. A part from seeing some curious faces cut into the rock and covered by moss, some trails lead us to the deep jungle. We didn’t see any animals, but its beauty is so lush and different from everything we have seen that we were astonished. The heat and the humidity are beyond description… there is not a single breeze of air.

As for the carvings of Yeh Pulu, and even though they were different (they actually are daily life and hunting scenes, etc) and they are located on a very pleasant garden, we can’t say that we are very enthousiastic about them.

However going all the way to Tampaksiring was worthy. The Gunung Kawi houses one of the biggest and more ancient monuments of Bali. It is made out of ten shrines eight metres high and cut into the rock next to a river and between rice terraces. The setting is just spectacular. Moreover you can see a small pond with fishes, a rock bridge over the river and a waterfall. A very advisable day trip. 

lunes, 20 de agosto de 2012

Cremación en Bali / Cremation in Bali



Nuestro tercer día en Bali tuvimos la oportunidad de asistir a la cremación de un importante miembro de la familia real de Ubud. A pesar de que no pudimos enterarnos de todo, os vamos a contar lo que vimos y descubrimos gracias a l@s lugareñ@s.

Como ya hemos dicho, falleció un miembro de la familia real de Ubud, y es que en Bali algunas regiones tienen su propia dinastía. Sin verdadero peso en la política, las familias reales siguen teniendo una importancia en lo social y religioso.

Como no todo el mundo puede permitirse los gastos de una cremación, muchas personas son enterradas al morir a la espera de un acontecimiento como este (la muerte de alguien con dinero básicamente). Es entonces cuando exhuman los cadáveres para cremarlos.

La cremación del 28 de julio congregó a turistas y locales a lo largo de todo el día.


Cuando llegamos a la calle principal de orientación este/oeste sobre las diez de la mañana había muchísima gente. Además estaban presentes los bomberos, la policía y el ejército (algo excepcional). Mientras el público esperaba el comienzo de la ceremonia, l@s vendedor@s hacían su agosto con las bebidas frías (hacía mucho calor), la comida, los sarongs (prenda típica de Bali, que consiste en una tela que se enrolla alrededor de la cintura y cubre hasta los pies, y que utilizan tanto mujeres como hombres), etc. Las mujeres transportaban toda la mercancía en barreños o cestos sobre sus cabezas (así es como las mujeres balinesas llevan sus cosas siempre).


Había bandas de música tradicional cada diez metros, y fueron las encargadas de anunciar la salida de la “procesión”.

Primero una parte se dirigió hacia el oeste con los cadáveres de la gente no importante. Cada cuerpo iba en una estatua con forma de toro. La estructura era de metal, recubierta de papel, corcho y telas. Sobre cada toro (salieron una treintena) cabalgaba un niño vestido de negro, y llevado en una estructura de bambú (como las que se usan en las procesiones de Semana Santa) por una docena de hombres. Todos iban ataviados con el sarong y un pañuelo en la cabeza a juego.


Mientras algunas bandas de música acompañaban esta “procesión”, la principal con el difunto real salió hacia el este.

Un toro enorme con su correspondiente jinete (esta vez un adulto)  abría la marcha. Para no repetirnos, diremos que todas las estructuras que desfilaron eran llevadas a hombros por hombres (a veces más de treinta) conjuntados a lo cofrade.


Un porche grande de bambú llevaba a un señor mayor vestido de blanco y con muchos accesorios que debía ser alguien importante porque llegó escoltado (creemos que de la familia real).


Detrás había un dragón enorme y una torre altísima con dos hombres con capa encaramados a lo alto. También pasaron de mujeres de elegante morado con sombrilla sentadas en unos palanquines.



El comienzo fue muy emocionante, en parte porque llevábamos tres horas esperándolo, por la música y el movimiento de las estructuras. Cada rato salían corriendo unos veinte metros y paraban a descansar. La multitud corría detrás, con las bandas de música y todo lo demás. Al parecer hubo más de un desmayo.

Sobre las 15h hicimos una pausa para comer en un restaurante local (warung). Con la tripa llena seguimos los pasos de la “procesión” hasta el lugar de la cremación, un descampado con una pira funeraria frente a un templo.

Nos contaron que habían trasladado el cuerpo de la torre al interior del toro para cremarlo junto a la cabeza del dragón. Llegamos justo antes de que empezaran, cuando la gente cogía sitio para tener buenas vistas.

Colocaron montones de ofrendas bajo el toro (incluidas cabezas de cerdo) y le prendieron fuego con una antorcha. De la boca del dragón salían chispas de colores y poco a poco quedó al descubierto la estructura metálica del toro.



Como las llamas no alcanzaban el cadáver, en el lomo del toro, con una vara de bambú lo  bajaron a golpes. Nada sutil. A pesar de la maniobra, el cuerpo no se quemaba lo bastante rápido, pero en Bali tienen soluciones para todo. Un hombre con un lanzallamas se encargó de terminar la faena.


El humo olía muy mal, y se veía perfectamente el cuerpo mientras se quemaba: los pies, las manos, todo se retorcía entre las llamas. Mientras, la juventud comía las palomitas que ofrecían vendedor@s ambulantes.

Todo un espectáculo.

On our third day in Bali we had the chance to assist to the cremation of an important member of Ubud’s royal family. Even if we didn’t understand everything that was going on, we are going to tell you what we saw and discovered thanks to the locals.

As we have already said, a member of Ubud’s royal family passed away, the thing is that in Bali some regions have their own dynasties. Without any real political importance in politics, they still play a big role in the social and religious aspects of life.

Everyone can’t afford to pay for a cremation so many are buried when they die, and wait for an event like this (the death of someone with money basically). It is then when they unbury the corpses to cremate them.
Tourists and locals gathered all day long during the cremation of the 28 of July.

When we got to the main street running East to West around ten in the morning the place was very crowded. Moreover you could see firemen, police and the army (something exceptional). While the public waited for the beginning of the ceremony, the sellers made the most out of it with the cold drinks (it was very hot), the food, the sarongs (a typical dress from Bali, which consists of a tissue that you put around your waist and covers down to the feet, and that is used by women as well as men), etc. The women carried all their goods in big baskets over their heads (that’s the way Balinese women carry their thing always).

There were traditional music bands every ten metres, and they were the ones that announced the start of the “procession”.

At first one part headed West with the corpses of the non-important people. Each corpse was carried in a statue with shape of a bull. The structure was built out of metal, covered with paper cardboard and tissues. A boy dressed up in black rode each bull (there were around thirty), and he was carried on a bamboo structure (like the ones used during the Easter processions) by a dozen men all wearing sarongs and matching ribbons on their heads.

Meanwhile some music bands accompanied this “procession”, the main one with the royal dead went eastwards.

A huge bull with its own rider (this time an adult) opened the way. In order not to repeat ourselves, we’ll say that all the structures that marched were carried by men on their shoulders (sometimes more than thirty) wearing the same clothes of a religious brotherhood.

A pavilion made out of bamboo carried an old men dressed up in white with lots of accessories that had to be someone important because he arrived escorted (we think that he belonged to the royal family).

Behind there were a huge dragon and a very high tower with two men with cloaks clinging on to the highest part. In addition to this, a couple of women wearing an elegant purple were carried on some kind of thrones under umbrellas.

The beginning was very exciting, partly because we had been waiting for three hours, and because of the music and the movement of the structures. Every now and again they started running some twenty metres and they stopped to rest. The crowd ran behind, with the music bands and everything else. It appears that more than one person fainted.

Around three we took a break to eat in a local restaurant (warung). With our stomachs full we followed the steps of the “procession” until the place where the cremation would take place, an empty esplanade with a funerary pyre in front of a temple.

We were told that they had moved the corpse from the tower to the interior of the bull to burn it alongside the dragon. We arrived just before they started, when everyone was looking for a good place from which to see it.

They put heaps of offerings below the bull (pig’s heads included) and they started the fire with a torch. Some colourful fireworks came out of the dragon’s mouth, and eventually the metal structure of the bull became visible.

Because the flames didn’t reach the corpse, situated on the upper part of the bull, they hit it with a bamboo stick so it fell down. Nothing subtle whatsoever. Despite this move, the body didn’t burn fast enough, but in Bali they have answers for everything. A man with a flame thrower was the one to put an end to the job.

The smoked smelled really bad, and you could see perfectly the body while it was burning: the feet, the hands, everything shrieked in the flames. The youngsters watching were eating the popcorn offered by street hawkers.

Everything was a big show. 

miércoles, 15 de agosto de 2012

Ubud


Ubud es una de las ciudades más turísticas de Bali, además de ser su centro cultural. Más que una ciudad, Ubud parece un pueblo gigante con dos calles principales de orientación norte/sur y este/oeste, y en su intersección el mercado. A su alrededor se encuentran los principales templos y palacios, además de hoteles y restaurantes. Esta zona está a rebosar de turistas, sobre todo franceses, de tráfico y de malos humos.


Sin embargo, en cuanto sales de esas dos calles, Ubud cambia completamente. En las calles traseras y aledañas hay casas de huéspedes, restaurantes (warungs) y tiendas de artesanía locales. Los edificios no superan las tres plantas, y hay muchos jardines y plantas.

Vista de Ubud desde nuestro alojamiento.

Además, en Ubud reina un ambiente muy agradable en el que se encuentran turistas y lugareñxs, y es una excelente base para visitar los alrededores.
La atracción principal de la ciudad es el Monkey Forest. Entrar cuesta menos de dos euros, y es posible hacer caminatas dentro del bosque. Hay tres templos importantes a los que no es posible entrar (aunque desde fuera se ve casi todo), pero la gente va sobre todo por los monos y la imponente naturaleza.

Templo en el Monkey Forest.

Nosotrxs pasamos tres horas dentro paseando y viendo a los monos hacer de las suyas. Un turista atrevido se acercó demasiado a uno y se llevó un buen mordisco, mientras que a otro le bajaban los pantalones para pedirle los plátanos. Sin embargo no todos son tan educados, y otro se subió a la espalda de un chino mientras le intentaba quitar un lunar del cuello. A una amiga holandesa una monita le quiso despiojar encaramada a su cabeza y tirándole del pelo (ha prometido enviarnos el video).




El bosque es de cuento de hadas, con árboles enormes cuyas raíces caen desde las ramas buscando la tierra, puentes sobre un río profundo, monos y monas por todas partes, y una luz preciosa al atardecer.


Ubud is one of the most touristic cities of Bali, as well as its cultural centre. Rather than a city, Ubud looks like a giant village with two main streets running north to south and east to west, with the main market in its junction. Around it you can find the main temples and palaces, along with hotels and restaurants. This area is bustling with tourists, mostly French, traffic jams and pollution.
However, once you get out of those two streets, Ubud changes completely. In the backstreets there are homestays, local restaurants (warungs) and workshops. Buildings are less than three stories, and there are plenty of gardens and plants.
Moreover, Ubud provides a really pleasant atmosphere where tourists and locals can meet, and it is an excellent base to visit the surroundings.
The city’s main attraction is the Monkey Forest. The entry fee is less than two euros, and it is possible to do some nice walks inside. The forest hosts three important temples, and despite the entrance being forbidden, you can see most of them from outside. Anyway, people come to see the monkeys and the stunning nature.
We spent three hours hanging around and watching the monkey’s pranks. One bold tourist came too close to a monkey and got bitten, while another got his trousers pulled down by a hungry monkey eyeing his bananas. Nonetheless, not all of them are that polite, and one monkey jumped on the back of a Chinese tourist trying to take his spot. An ape tried to clean the lice out of a Dutch friend, while clinging to her head and pulling her hair (she promised to send us the video).
It is a fairy tale forest, with huge trees whose roots fall down from the branches looking for the earth, bridges over a deep river, monkeys everywhere, and a wonderful light at sunset.

lunes, 13 de agosto de 2012

Selamat datang di Bali / Welcome to Bali


En el avión el comandante anunciaba que ya se había puesto el sol, algo importante para lxs musulmanxs que están ayunando por el Ramadán, que comenzó el 21 de julio.

Cuando aterrizamos en el aeropuerto de Despasar un gran cartel en bahasa indonesio nos recibía: “Selamat datang di Bali” (Bienvenid@s a Bali).

Mona despertando de la siesta.

Después de pagar 20€ de visado salimos en busca de un cajero. El cambio está a 1€ = 11 000 Rupias Indonesias, por lo que en seguida te encuentras con enormes sumas de dinero. Además, el máximo que se puede sacar en os cajeros son dos millones y medio de rupias (unos 220€).

Desde el aeropuerto no hay transporte público, ni siquiera a la ciudad turística más cercana, Kuta. Los precios de los taxis están fijados y son bastante elevados. Tuvimos la suerte de encontrarnos con dos franceses residentes en Singapur que iban también a Ubud (nuestro destino), y compartimos el taxi.

Llegamos con la idea de pasar un par de días en Bali, y nos quedamos dos semanas. ¿Las razones? Ahora os lo contamos.

Bali es una isla pequeña que sin embargo lo tiene todo. Famosa por sus playas, Bali es mucho más. El sur, con Kuta como “capital” del turismo balinés, ofrece bellas playas y cursos de surf, además de una animada vida nocturna. Nosotrxs nos lo saltamos. El snorkel se puede practicar a lo largo de toda la costa, con bellos arrecifes de coral y pecios. También mucha gente viene hasta aquí para bucear.

Vista del Gunung Agung desde la playa de Amed.

Los templos hinduistas (Bali es la única isla hinduista de todo Indonesia) son otro de los muchos atractivos. 
El centro cultural es la ciudad de Ubud, con una importante producción artística, especialmente de pinturas al óleo y talla en madera.

Representación teatral en Ubud.

Por si esto fuera poco, Bali está plagada de volcanes, lagos y bellos paisajes de arrozales.

Arrozales de Tegalalang.

A pesar de ser un poco más cara que la vecina Java, es posible moverse con total independencia usando el transporte público o alquilando motos por menos de 4€ al día. Las distancias son tan cortas que es posible atravesar la isla de norte a sur y regresar en el día.

Vista del Gunung Agung cerca de Tulamben.

Con una deliciosa gastronomía, Bali es sin duda un destino muy recomendable.


In the airplane the pilot was announcing that the sun had set, a very important thing for the Muslims that were fasting due to Ramadan, which started on the 21st of July.

When we landed in Denpasar’s airport a big poster in Bahasa Indonesian received us: “Selamat dating di Bali” (Welcome to Bali).

After paying the 20€ visa we went out looking for an ATM. The exchange rate is 1€ = 11 000 Indonesian Rupiah, so all in sudden you find yourself with huge amounts of money. Moreover, the maximum quantity that you can withdraw is two and a half million rupiahs (some 220€).

There isn’t public transport from the airport, not even to the closest touristic city, Kuta. The taxis have fixed prices, and actually quite high. We had the chance to meet two French men that were living in Singapore and were also going to Ubud (our destination), so we shared the taxi.

We arrived planning to stay just a few days in Bali, but ended up spending two weeks there. The reasons? Here they are.

Bali is a small island that nonetheless has everything. Famous for its beaches, Bali is way more than that. The South, with Kuta as the centre of the Balinese tourism, offers beautiful beaches and surf courses, in addition to a vibrant nightlife. We decided to skip it. You can go snorkeling all along the coast, with beautiful coral reefs and shipwrecks. Also lots of people come here to scuba dive.

The Hindu temples (Bali is the only Hindu island in the whole Indonesia) are one of its multiple attractives. Ubud is the cultural centre with an important artistic production, specially of oil paintings and woodcarvings.
If this wasn’t enough, Bali is full of volcanoes, lakes, and beautiful landscapes of rice terraces.

Despite being a bit more expensive than neighbouring Java, it is possible to move with complete independence using public transport or renting motorcycles for less than 4€ per day. The distances are so short that you can cross the island from North to South and back in a single day.

With delicious food, Bali is a destination we don’t hesitate to recommend.