domingo, 30 de septiembre de 2012

Los libros también viajan



Como no podía ser de otra manera, no hemos podido evitar el llevar menos ropa limpia y más libros en la mochila. Luego dirán que el saber no ocupa lugar…

Aquí os contamos un poquito sobre nuestros compañeros de viaje.


Demons, Fyodor Dostoievsky. Aunque Álvaro es docto en la literatura rusa, ésta era  una de mis asignaturas pendientes. Empezar con un libro en inglés de setecientas páginas no ha sido tan malo como suena. En palabras de hoy en día, se trata de un excelente culebrón de la Rusia de la segunda mitad del siglo XIX. Lo que más me ha gustado ha sido la caracterización de los personajes y el trasfondo revolucionario. Lo que menos me ha gustado ha sido la falta de relaciones de verdadera amistad entre lxs protagonistas.


Le père de nos pères, Bernard Werber. Después de su obra maestra, la trilogía de Les Fourmis, no pudimos evitar hacernos con este libro. Especialista en narrar historias paralelas que al final están siempre conectadas, Werber maneja muy bien el suspense. Lo que más nos ha gustado como cuenta una historia desde el punto de vista de un animal, así como las diferentes teorías de la evolución. Lo que menos le ha gustado a Álvaro (yo soy una fanática de este escritor)  ha sido la poca verosimilitud de una de los dos hilos argumentales.


To kill a mockingbird, Harper Lee. Este clásico de los sesenta, del que se hizo una película que estamos deseando ver, es una obra maestra. Es un cuadro de la sociedad sureña (la historia es narrada por una niña de Alabama) del periodo de entreguerras, con la problemática del racismo como trasfondo. Brillante. Tenéis que leerlo.


The White Castle, Orhan Pamuk. No quería darme por vencida después del chasco de Estambul, ciudad y recuerdos. Parece que ha sido una buena idea darle una segunda oportunidad al premio Nobel turco. Su primera novela, un librito, narra la vida de un esclavo italiano en Estambul que desarrolla una relación muy particular con su amo. Hace una reflexión interesante sobre el yo y el otro, que sin embargo no termina de completar. Es una pena.


Burmese days, George Orwell.  Como el origen de este largo viaje está en mis ganas de ir a Birmania, el libro de Orwell no podía faltar en la mochila. Se trata de un magnifico retrato de la época y la mentalidad coloniales. Lo que no le ha gustado a Álvaro ha  sido que la historia es un poco floja. Sin embargo, es muy útil para hacerse una idea de lo que fue Birmania en el periodo de entreguerras.

Porque leer también es viajar, ¡no dejéis de leer en casa!

sábado, 29 de septiembre de 2012

Macao, el origen / Macau, the origin



Si hemos pasado dos estupendas semanas con la madre de Andrea y Xiquinho ha sido gracias a Macau y Portugal.

Todo empezó en mayo, en Estambul, cuando vinieron a vernos. Contándoles nuestros planes le hicimos recordar a Xiquinho su viaje a Macau en el momento de la entrega a China por los portugueses en 1999. Xico, que estaba más joven aunque no más contento, tuvo la oportunidad de probar una exquisita piel de pato, y eso le marcó.

Con la excusa de revivir ese momento, le abrasamos día y noche durante los cinco días que pasaron en Estambul.

Parece ser que nuestra perseverancia hizo mella, y al poco compraron los billetes para China.

Una vez aquí, presa de la nostalgia, y nosotrxs del compromiso, hemos estado buscando sin cesar la famosa piel de pato.

En Macao existe un gran contraste entre los vestigios de su historia colonial y los nuevos casinos que constituyen la base de su economía. Nosotrxs hemos visto los dos.

De los primeros no vamos a hablaros mucho. Es curioso ver que todos los nombres de las calles, paradas de autobús, etc están en portugués. También el empedrado, de pequeños cuadrados blancos. La moneda es la pataca de Macao.



Luego están los casinos; otros mundos. La primera noche cenamos en el Wynn, un edificio parecido a los del juego “Hotel” con restaurante, hotel, tiendas de marcas muy caras, y un cansino. Aquí no hace falta vestir bien para entrar, el dinero es la mejor entrada. No tiene nada que ver con el glamour, en los casinos de Macao la gente va en chanclas y bañador. 




Al día siguiente comimos en el casino Grand Lisboa con el cónsul portugués, un buen amigo del protagonista de esta entrada. Comimos un pato delicioso, pero no la piel con la que soñaba Xiquinho.

Después fuimos al Venetian, el superlativo de los casinos. El casino y el hotel son gigantescos, a saber cuántas máquinas tiene. Encima de las salas de juego hay un centro comercial enorme decorado como Venecia, con sus canales con góndolas en las que pasear, su plaza de San Marcos, y su cielo diurno. Estuvimos horas atrapadxs allí.




Para completar el día cenamos el en club militar portugués, una institución en Macao. La carta y la cena, portuguesas.

Y por si os estáis preguntando, sino paramos de comer fue porque andábamos en busca de la piel de pato.


If we have spent two great weeks with Andrea’s mum and Xiquinho it has been thanks to Macau and Portugal.

It all started back in May, in Istanbul, when they came to visit us. Telling them about our plans Xiquinho remembered his trip to Macau when it was given back to China by the Portuguese in 1999. Xico, who was younger but not happier, had the chance to try a delicious duck’s skin, and that left a mark on him.

With the excuse of living again this moment, we harassed him night and day during the five days they spent in Istanbul.

It seems that our stubbornness was successful, and soon they bought the tickets to China.

Once here, victim of nostalgia, and us of compromise, we have been ceaselessly seeking for the famous duck’s skin.

In Macau there is a big contrast between the remnants of his colonial history and the new casinos that are the base of its economy. We have seen both.

We won’t speak much about the first ones. It’s curious to see the names of the streets, bus stops, etc in Portuguese. Also the pavement, made out of small white stones. Macau’s currency is the pataca.

After you can find the casinos; different world. The first night we had dinner in the Wynn, a building similar to those of the game “Hotel” with a restaurant, hotel, shops of very expensive brands and a casino. Here it is not necessary to dress up correctly. It is nothing close to glamour, in Macau’s casinos people go in flip flops and swimming suits.

The next day we ate in the Grand Lisboa with the Portuguese consul, a good friend of the main character of this entry. We ate a delicious duck, but not the skin that Xiquinho dreamt of.

After we went to the Venetian, the superlative of casinos. The casino and the hotel are gigantic, who knows how many machines it has. Over the gaming area there is an enormous shopping mall decorated like Venetia, with its canals with its own gondolas in which to stroll, with its own Saint Marcos square, and its sunny sky.

To end up the day we had dinner in the Portuguese military club, an institution in Macau. The menu and the dinner, Portuguese.

If you are still wondering, we didn’t stop eating because we were looking for the duck’s skin.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Hong Kong con dinero / Hong Kong with money



Hong Kong con dinero se parece más a la idea que tenemos de esta ciudad en el extranjero: rascacielos, gente con pasta, tiendas caras, gente de negocios…

Esto ha sido posible gracias a la visita de la madre de Andrea y su padrastro, que han decidido patrocinar dos semanas de nuestro viaje.


Cuando llegaron al aeropuerto ya llevábamos un día y una noche esperándoles, y no porque llegaran tarde.

Los hoteles buenos de esta ciudad suben sus precios en función del tamaño de la habitación, ya sabéis que en China en verdadero lujo es el espacio.

En la isla de Hong Kong lo que más impresiona es el contraste entre los rascacielos y la naturaleza salvaje. Un buen sitio para apreciarlo es el Victoria Peak, al que subimos en autobús y bajamos en tranvía.


Otra cosa que nos gustó mucho hacer fue cruzar en ferry desde la isla de Hong Kong hasta Kowloon (la parte peninsular) al atardecer. Después dimos una vuelta por el paseo de las estrellas para disfrutar del espectáculo de luz y sonido continuado más grande del mundo y que figura en el Libro Guinness de los Records. Es una mierda con música de intro de videojuego, y no se diferencia en nada del skyline (que es impresionante). Lo que os queremos decir es que no hace falta que os tiréis una hora esperando para verlo como hicimos nosotrxs cuatro.









Hong Kong with money looks much more like the idea we have of that city abroad: skyscrapers, people with money, expensive shops, business people…

This has been possible thanks to the visit of Andrea’s mother and her step father, who have decided to sponsor two weeks of our trip.

When they arrived at the airport we had already been waiting a day and a night for them, and not because they were late.

Good hotels in this city increase their prices according to the size of the room; you know that China space is the real luxury.

In Hong Kong’s island the most impressive thing is the contrast between the skyscrapers and the wild nature. A great place to appreciate it is Victoria Peak, to which we went up by bus and down by tram.
Another thing which we really enjoyed was crossing by ferry from Hong Kong’s island to Kowloon (the peninsular part) at sunset. After we took a walk around the Stars Promenade to enjoy the biggest continuous light and sound show that is part of The Guinness Book of Records. It’s a totally unworthy thing with some music taken from the intro of a videogame, and it doesn’t change much from the normal skyline (which is impressive). What we want to say is that it is not necessary to wait one hour for the start of the show like the four of us did.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Hong Kong sin dinero / Hong Kong without money



Hong Kong sin dinero es diferente, mucha naturaleza y poco asfalto. Esto se debe a que los hoteles son caros y muy caros, y además muy pequeños, y la alternativa es la acampada o el aeropuerto.

Los 40 campings públicos de Hong Kong son gratuitos y ofrecen las facilidades básicas (baños, duchas, barbacoas).



Escogimos el de Pui O, en el sur de la isla de Lantau, en primera línea de playa. Coincidió con el fin de semana, por lo que nos vimos rodeadxs de una masa de dominguerxs de nivel asiático. Esta gente iba muy preparada, llevando hasta cambiadores portátiles y plegables.


A pesar de la gente, la playa, que es muy grande, estaba muy tranquila.

En toda la zona hay manadas de búfalos de agua salvajes (como los que vimos en Baluran, Java) pastando en los prados que te hacen olvidar que estás al lado de la jungla de cristal.


Además, en Hong Kong en general y en Lantau en particular hay rutas para hacer a pie que atraviesan las diferentes islas. Parece ser que este es uno de los secretos mejor guardados de Hong Kong.

Una excursión que merece la pena es la del buda Tian Tan y el monasterio Po Lin. Este buda es el buda de bronce sentado más  grande del mundo. Es un lugar tranquilo con bonitas vistas sobre el archipiélago de Hong Kong.



Po Lin monastery.



Hong Kong without money is different, lots of nature and little asphalt. This is due to the fact that hotels are expensive and very expensive, and, moreover, very small, and the alternative is camping or the airport.

The 40 public campings of Hong Kong are free and offer the basic facilities (toilets, showers, barbeques).

We chose Pui O, in the South of Lantau’s island, on the seafront. It coincided with the weekend, so we found ourselves surrounded by hordes of Asian level Sunday trippers. These people were really prepared, even carrying portable and folding fitting rooms.

Despite the people, the beach, which is very big, was really calm.

In the whole area there are packs of wild water buffaloes (like the ones we saw in Baluran, Java) grazing in the meadows that make you forget how close you are to the crystal jungle.

Moreover, in Hong Kong generally, and in Lantau particularly, there are walking trails across the different islands. It seems that this is one of Hong Kong’s best kept secrets.

A worthy daytrip is the one to the Tian Tan Buddha and the Po Lin monastery. This Buddha is the biggest bronze sitting Buddha in the world. It’s a relaxed place with beautiful views over Hong Kong’s archipelago. 

martes, 25 de septiembre de 2012

El aeropuerto, nuestro hogar / The airport, our home


 
Por unas razones u otras hemos pasado casi una semana durmiendo en los aeropuertos de Malasia y Hong Kong.

No vamos a engañar a nadie, ha sido por pasta.


El caso es que nos ha venido muy bien la web http://www.sleepinginairports.net/ donde es posible leer los comentarios de personas que ya han hecho noche en los distintos aeropuertos del mundo.

En Malasia dormimos primero en el aeropuerto de Kota Kinabalu. Lo bueno es que nadie nos molestó en nuestro sueño, que se alargó hasta las diez y media de la mañana. Lo malo es que no hay aire acondicionado, y eso, en Borneo, es una maldición.

En el de Sandakan, a donde volamos para ver los orangutanes, no estuvimos tan tranquilxs. El guarda nocturno se aburría. Antes de acostarnos vino a darnos las buenas noches y a pedirnos los pasaportes. Por la mañana, a las seis exactamente, decidió que nos hacía un favor despertándonos.

En Hong Kong la opción aeropuerto era la que tenía más puntos. Tras dos noches allí nos aventuramos a ir a acampar a la playa. Volvimos escarmentadxs dos noches después. ¿La razón? El calor y la humedad son insoportables. En contrapartida, el aeropuerto ofrece aire acondicionado, wifi gratis, gran oferta de restaurantes y hasta supermercados, tiendas de ropa, librerías, zonas recreativas (donde echamos unas canastas), y hasta un cine. Por si esto fuera poco, el personal del aeropuerto nunca te dice nada, y las salas de espera están a rebosar de personajes. Cerca de nuestro campamento tenía por costumbre venir a dormir un señor indio que no conocía el hambre ni el olfato (parecía que se duchaba con colonia) y que nos preguntó si éramos israelíes. Eso no nos gustó. Vestía traje de chaqueta y corbata, y por equipaje llevaba una cartera de ejecutivo. Lo vimos todas las noches durante una semana, algunas de ellas cantando “Jingle bells” a grito pelao por teléfono. Un misterio que no logramos desvelar.



For one reason or the other we have spent nearly a week sleeping in the airports of Malaysia and Hong Kong.

We are not going to deceive anyone; it’s been for the money.

The thing is that we have found the website http://www.sleepinginairports.net/ very helpful because you can read the reviews made by people that have stayed overnight in the different airports of the world.

In Malaysia we first slept in Kota Kinabalu’s airport. The good thing was that no one bothered us during our sleep, which prolonged until half past ten in the morning. The bad thing was the lack of air con, and that, in Borneo, is a curse.

In Sandakan’s, where we flew to see the orangutans, we were not left to ourselves. The guard on the night shift was bored. Before going to sleep he came to say good night and asked for our passports. In the morning, at six o’clock, he decided to wake us up as a favour.

In Hong Kong the option of the airport was the one with the most points. After two nights there we ventured outside and went camping on the beach. We learned the lesson and came back two nights later. The reason? The heat and the humidity are unbearable. In return, the airport offers air con, free wifi, and a big range of restaurants and even convenience stores, clothes shops, bookstores, recreative areas (where we played basketball), and even a cinema. If this wasn’t enough, the airport staff leaves you alone, and the waiting rooms are full of weird people. Next to our base camp, an Indian man who didn’t know hunger nor smell (it seemed that he took showers with perfume) used to sleep. He asked us if we were Israelis; we didn’t like it, at all. He wore a jacket and a tie, and he carried a businessman’s suitcase as luggage. We saw him every night during that week, and some of the singing “Jingle bells” out loud on his phone. A big mystery we couldn’t reveal.

Las personas de la selva



En bahasa "orang utang" significa persona de la selva, y hace poco hemos tenido la oportunidad de conocerlas.


El Sepilok Orangutang Rehabilitation Centre se encuentra a escasos kilómetros de Sandakan, en la costa este de la isla de Borneo. 


Lo interesante de este lugar es que los animales no son enjaulados, sino que campan a sus anchas por el centro, situado en las orillas de la pluviselva.


El origen del SORC es tan triste como la situación de la especie que trata de salvar: debido al aumento de los cultivos de palma para el aceite en detrimento de la selva, los orangutanes han visto mermado su hábitat natural. Muchos son cazados por los propietarios pues a veces se cuelan en los cultivos. Además, otros tantos son cogidos de pequeños y llevados a las casas como mascotas.

La labor del SORC es especialmente importante en la medida que los orangutanes son la única especie de grandes simios que se encuentra fuera de África, y solo en las islas de Borneo y Sumatra.

Lxs visitantes pueden presenciar dos "feedings", momento en el que se lleva comida a una plataforma en la selva. Al ser animales salvajes, el centro no garantiza que vayan a acudir, aunque por norma siempre aparece alguno. 

Normalmente se trata de orangutanes liberados recientemente o de hembras preñadas que necesitan un aporte extra de alimentos.

A nosotrxs nos decepcionaron un poco porque la plataforma estaba muy lejos del punto de observación, que estaba lleno de gente. 



Sin embargo, al campar a sus anchas por las instalaciones del centro, tuvimos la oportunidad de ver a dos machos jóvenes muy de cerca. Ocurrió cuando menos lo esperábamos, en el descanso entre los dos pases. 


Primero pasamos un buen rato con dolor de cuello observando a uno subido a lo alto de un bambú. De pronto apareció otro más grande, imponente, justo a metro y medio, en frente. Fue una experiencia maravillosa, la mejor del viaje por el momento.




Acostumbradxs a ver macacos, nos sorprendió la calma con la que se movían estos animales, como miraban todo y lo humanos que parecían. 







In bahasa "orang utang" means person from the jungle, and not long ago we had the chance to meet them.

Sepilok's Orangutang Rehabilitation Centre is few kilometres away from Sandakan, on the East coast of the island of Borneo.


The most interesting thing about this place is that animals don’t live in cages; rather they can walk around freely around the centre, situated on the edge of the rainforest.

SORC’s origin is as sad as the situation of the species it endeavours to protect: due to the rise of palm plantations for the oil to the detriment of the jungle, the orangutans have seen their natural habitat reduced. Many of them are hunted by the owners because sometimes they go into the plantations. Moreover, others are taken when they are young and taken to people’s houses as pets.

SORC’s work is especially important because the orangutans are the only species of big apes living outside Africa, and only in the islands of Borneo and Sumatra.

Visitors can assist to two feedings, in which food is taken to a platform in the jungle. Being wild animals, the centre doesn’t guarantee that any of them will show up, however generally one of them ends by coming.

Normally the ones that come have been recently liberated or pregnant females who need extra food.

We were a bit disappointed because the platform was too far away from the observation post that was full of people.

However, because they can roam freely around the centre we had the chance to see two young males really closely. It happened when we least expected, during the break in between the two feedings.

First we spend a while with pain on our necks looking at one that had climbed up a bamboo. Suddenly, a bigger one appeared, imposing, just a few paces away from us. It was a breathtaking experience, the best of our trip thus far.

Used to macaques, we were surprised by the calm in which they moved, how they looked and how human they seemed.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Tunku Abdul Rahman National Park



En la parte malaya de Borneo no tuvimos mucho tiempo pero lo empleamos muy bien. El primer sitio al que fuimos fue el Parque Nacional Tunku Abdul Rahman, famoso por sus playas y la posibilidad de bucear y hacer snorkel en ellas.

Es un parque marino situado justo en frente de la ciudad de Kota Kinabalu y compuesto por unas cuantas islas de diferente tamaño. Apenas se tarda quince minutos en llegar en barco desde el centro de la ciudad en unas lanchas rápidas que no son precisamente baratas.

Nosotrxs elegimos la isla de Mamutik, un sitio pequeño en el que se puede acampar y hay un restaurante. Pagamos dos euros y medio cada unx por entrar y un euro y medio por acampar. La primera impresión no fue muy buena porque estaba a rebosar de turistas, pero escogimos un lugar un poco apartado para montar nuestra nueva y flamante tienda que acabábamos de comprar en Indonesia.


A eso de las cuatro la gente desapareció y nos quedamos solxs en la isla (cerraron hasta el restaurante). Nos dimos un último baño antes de ducharnos, y nos cenamos las provisiones que habíamos comprado en el puerto (no dejéis de hacerlo si vais allí).



Al atardecer y por la noche se estaba realmente bien, en la playa tranquilamente con las luces de la ciudad a lo lejos.



We didn’t have much time to spend in the Malay part of Borneo but we made the most out of it. The first place we visited was Tunku Abdul Rahman National Park, famous for its beaches and the opportunity to dive or go snorkeling in them.

It is a marine park situated just in front of the city of Kota Kinabalu and it consists of a few a islands of different size. It barely takes fifteen minutes to reach it from the city the city centre by speedboats that aren’t precisely cheap.

We chose the island of Mamutik, a small place in which you can camp and there is a restaurant. We paid two and a half euros each to go in and one and a half to camp. The first impression wasn’t very good because it was full of tourists, but we found a nice spot in which to pitch our new and shiny tent that we had just bought in Indonesia.

Around four the people disappeared and we were alona in the island (they even closed the restaurant). We took a last bath before having a shower and we ate what we had bought on the pier (don’t forget to do it if you go there).

It was a very pleasant place to be during the sunset and the night, especially on the calm beach with the lights of the city on the background.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Good bye Indonesia


Después de treinta y cinco días, una multa por no extender el visado a tiempo (fue imposible pues estaba todo cerrado por el Ramadan), duchas frías, volcanes, playas, Nemo, encuentros maravillosos, problemas con las "tarifas" y mil aventuras, nos vamos a la parte malaya de Borneo en busca de orangutanes...

After thirty five days, a fine for overstaying without extending the visa (it was impossible because everything was closed due to Ramadan), cold showers, volcanoes, beaches, Nemo, fantastic encounters, problems with the fees and a thousand adventures, we are heading to the Malay part of Borneo looking for orangutangs...


martes, 18 de septiembre de 2012

Bandung es mucho más / Bandung is much more



Bandung no figuraba en nuestro itinerario porque nuestra guía no decía gran cosa, pero cuando Adhi, un estudiante indonesio que conocimos en el parque de Baluran, nos invitó a su casa no nos lo pensamos dos veces.

En la estación de trenes nos estaba esperando, y según llegamos nos dijo que no nos preocupáramos de nada. Éramos sus invitadxs y él se iba a encargar de todo. Nos había preparado un montón de cosas que hacer y sitios a los que ir. Estaba muy disgustado por lo que decía la guía de Bandung y quería demostrarnos que había muchas más cosas.

Cenamos con sus amigos y nos condujo a su casa donde nos esperaba su familia. Por el camino pudimos por fin hablar con alguien que entendía lo que pensábamos de Indonesia y cómo nos sentíamos cuando veíamos a le gente haciendo cosas como trepar a las estatuas en Borobudur. En su casa nos esperaba una acogedora habitación y sobretodo, una ducha de agua caliente. Llevábamos más de un mes sin una, porque en Indonesia es un bien escaso, incluso en hoteles buenos, donde las habitaciones tienen aire acondicionado  y no agua caliente.

Por la mañana tomamos un gran desayuno para coger fuerzas, el plan del día era ambicioso. Recogimos a algunxs amigxs suyos y nos dirigimos al sur de Bandung, una ciudad rodeada de montañas.


La primera parada fue el Kawah Putih, un lago de azufre en el cráter de un volcán. Era muy bonito e impresionante porque podías pasear por la orilla, e incluso tocar el agua. Además éramos los únicos extranjeros y el sitio estaba muy tranquilo. Bajamos del volcán y seguimos por unas plantaciones de té realmente espectaculares hasta llegar a un lago, un lugar muy agradable frecuentado por lxs locales que quieren escapar de los humos de la ciudad.




Tras comer al lado de unos arrozales, atravesamos todo el caos y el atasco de la ciudad para ir hacia el norte. Esta vez nuestro destino eran unos baños termales con agua caliente natural y un poco de sulfuro que nos dejó muy bien la piel. El sitio perfecto para relajarse y acabar el día.

El día siguiente hicimos las cosas con un poco más de calma, desayunamos bien y nos fuimos a visitar la ciudad. Fue una pena que el Museo de la Conferencia Asia Africa (más conocida por la ciudad que le da nombre) estuviera cerrado, pero pudimos ver la mezquita principal en cuyo diseño había participado el padre de Adhi.


Por la noche fuimos a cenar en familia a un restaurante muy bueno. Lo cierto es que en Bandung comimos muy bien, hay un montón de restaurantes excelentes y variados, aunque un poco difíciles de encontrar sin ayuda.


A la mañana siguiente nos despedimos de la familia, y por si su hospitalidad no hubiera sido suficiente nos regalaron unas telas típicas preciosas. Esperamos que algún día puedan visitarnos a nosotrxs y tratarlxs igual de bien.


Bandung didn’t figure in our itinerary because our guidebook didn’t say many things about it, but when Adhi, an Indonesia student that we met in Baluran Park, invited us to his house, we didn’t hesitate to accept.

He was waiting for us on the train station, and as soon as we arrived he told us not to worry about anything. We were his guests and he would take care of everything. He had prepared lots of things to do and places to visit. He was very upset about the things that the guidebook said about Bandung and he wanted to show us that there was much more.

We had dinner with his friends and he drove us to his house where his family was waiting. On the way we were very happy to finally found someone that understood what we thought about Indonesia and how we felt when we saw the people doing things like climbing on the statues of Borobudur. In his house a comfortable room was waiting for us, and even more, a hot shower. It had been more than a month since the last one, because it’s a rare good in Indonesia, even in good hotels, where the rooms have air-con but not hot water.

Kawah Putih was our first stop, a sulphur lake in the crater of a volcano. It was very beautiful and impressive because you could walk around the shore, and even touch the water. Moreover we were the only foreigners and the place was really calm. We went down the volcano and we continued through some tea plantations that were really astonishing until we reached a lake, a very nice place frequented by the locals who want to escape the bad smokes of the city.

After eating next to some rice fields, we crossed all the chaos and the city’s traffic jam to go up North. This time, our destination was some hot springs with natural hot water with a bit of sulphur that did wonders on our skin. The perfect place to relax and end the day.

The next day we did everything with more calm, we had a good breakfast and we went to visit the city. It was a pity that the Museum of the Asia Africa Conference (better known for the city in which it took place) was closed, but we saw the main mosque in whose project Adhi’s father had worked.

At night we went to have dinner with all the family to a very good restaurant. The truth is that in Bandung we ate very well, there are lots of excellent and varied restaurants, but they are not that easy to find without help.

The next morning we said goodbye to the family, and if their hospitality hadn’t been enough they offered us some wonderful typical tissues. We hope that someday they will be able to visit us and treat them as well as they did.