martes, 25 de septiembre de 2012

El aeropuerto, nuestro hogar / The airport, our home


 
Por unas razones u otras hemos pasado casi una semana durmiendo en los aeropuertos de Malasia y Hong Kong.

No vamos a engañar a nadie, ha sido por pasta.


El caso es que nos ha venido muy bien la web http://www.sleepinginairports.net/ donde es posible leer los comentarios de personas que ya han hecho noche en los distintos aeropuertos del mundo.

En Malasia dormimos primero en el aeropuerto de Kota Kinabalu. Lo bueno es que nadie nos molestó en nuestro sueño, que se alargó hasta las diez y media de la mañana. Lo malo es que no hay aire acondicionado, y eso, en Borneo, es una maldición.

En el de Sandakan, a donde volamos para ver los orangutanes, no estuvimos tan tranquilxs. El guarda nocturno se aburría. Antes de acostarnos vino a darnos las buenas noches y a pedirnos los pasaportes. Por la mañana, a las seis exactamente, decidió que nos hacía un favor despertándonos.

En Hong Kong la opción aeropuerto era la que tenía más puntos. Tras dos noches allí nos aventuramos a ir a acampar a la playa. Volvimos escarmentadxs dos noches después. ¿La razón? El calor y la humedad son insoportables. En contrapartida, el aeropuerto ofrece aire acondicionado, wifi gratis, gran oferta de restaurantes y hasta supermercados, tiendas de ropa, librerías, zonas recreativas (donde echamos unas canastas), y hasta un cine. Por si esto fuera poco, el personal del aeropuerto nunca te dice nada, y las salas de espera están a rebosar de personajes. Cerca de nuestro campamento tenía por costumbre venir a dormir un señor indio que no conocía el hambre ni el olfato (parecía que se duchaba con colonia) y que nos preguntó si éramos israelíes. Eso no nos gustó. Vestía traje de chaqueta y corbata, y por equipaje llevaba una cartera de ejecutivo. Lo vimos todas las noches durante una semana, algunas de ellas cantando “Jingle bells” a grito pelao por teléfono. Un misterio que no logramos desvelar.



For one reason or the other we have spent nearly a week sleeping in the airports of Malaysia and Hong Kong.

We are not going to deceive anyone; it’s been for the money.

The thing is that we have found the website http://www.sleepinginairports.net/ very helpful because you can read the reviews made by people that have stayed overnight in the different airports of the world.

In Malaysia we first slept in Kota Kinabalu’s airport. The good thing was that no one bothered us during our sleep, which prolonged until half past ten in the morning. The bad thing was the lack of air con, and that, in Borneo, is a curse.

In Sandakan’s, where we flew to see the orangutans, we were not left to ourselves. The guard on the night shift was bored. Before going to sleep he came to say good night and asked for our passports. In the morning, at six o’clock, he decided to wake us up as a favour.

In Hong Kong the option of the airport was the one with the most points. After two nights there we ventured outside and went camping on the beach. We learned the lesson and came back two nights later. The reason? The heat and the humidity are unbearable. In return, the airport offers air con, free wifi, and a big range of restaurants and even convenience stores, clothes shops, bookstores, recreative areas (where we played basketball), and even a cinema. If this wasn’t enough, the airport staff leaves you alone, and the waiting rooms are full of weird people. Next to our base camp, an Indian man who didn’t know hunger nor smell (it seemed that he took showers with perfume) used to sleep. He asked us if we were Israelis; we didn’t like it, at all. He wore a jacket and a tie, and he carried a businessman’s suitcase as luggage. We saw him every night during that week, and some of the singing “Jingle bells” out loud on his phone. A big mystery we couldn’t reveal.

1 comentario:

  1. Versionando la canción de "Cheers", un lugar donde se juntan todos los tarados jeje
    Jodido mundo moderno...

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